La construcción del complejo legislativo, en los alrededores de la Asamblea Nacional,  arrancó oficialmente ayer con la  suscripción del acta que da comienzo a la obra con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército.  

El complejo será construido en nueve hectáreas de terreno, en donde seis  se destinarán para espacio público, explicó el alcalde de Quito, Augusto Barrera. El proyecto contempla el mejoramiento e integración de los edificios de la Asamblea Nacional, el Palacio de Justicia y la Casa Lasso-Conto, mediante plazas.

Esta semana se iniciaron las excavaciones para la edificación de los parqueaderos subterráneos, que se ubicarán en las calles Gran Colombia y Seis de Diciembre. Sobre ellos se construirá la Plaza Luz de América, que a su vez integrará en una sola caminata  los parques El Ejido y Alameda.    

La Asamblea Nacional está limitada por la avenida Seis de Diciembre y la calle Piedrahíta, por donde circula el transporte público y privado, pero con el Complejo Legislativo esas áreas se convertirán en peatonales. 140 oficinas se readecuarán para  los legisladores, en el edificio del Palacio Legislativo. 

Los 124 asambleístas, personal administrativo, asesores y escolta legislativa, trabajan en cuatro edificaciones diferentes: el Palacio Legislativo, Dinaped, Alameda II y Acuarius. En el Palacio Legislativo laboran 388 funcionarios; en Dinaped 272; en la Alameda II 197; y en Acuarius 54, es decir, 908 servidores en dispersas instalaciones.                    

Fernando Cordero, presidente de la Asamblea Nacional, expresó que los trabajos  no solo mejoran la estética del sector, sino que proveen de espacio a la ciudadanía. Aclaró que la obra estará “casi lista” en mayo de 2013, y eso incluye la readecuación de los tres edificios, parqueaderos y plazas. Pero habrá otros trabajos que aún no culminen, como la estación del Metro de Quito, entre otros.    

Por su parte, Barrera aclaró que las obras no causan muchas molestias al tránsito vehicular porque la Policía Nacional y Metropolitana harán  constantes controles.

Además recalcó que el Hospital Eugenio Espejo y la Maternidad Isidro Ayora, ubicadas en la avenida Gran Colombia, no serán removidos del sector. En dicha zona se ubicará una estación del Metro de Quito. Los comerciantes que están ubicados en los alrededores de los tres edificios temen por su trabajo.

María Guanoto (48 años) tiene un puesto de caramelos en la avenida Seis de Diciembre, sobre la vereda del Palacio de Justicia, en donde vende desde hace ocho años. “Con qué voy a mantener a mi familia si de esto he vivido siempre”, expresó.

En la calle Piedrahíta y avenida Seis de Diciembre, Rosa Urcuango vende “hornado” y asegura que sus clientes más asiduos son los abogados. La mujer labora en el sector desde hace 17 años y comenta que si la desalojan perdería su única fuente de ingreso, pues no sabría qué otra cosa hacer.

Paulina Zuquillo trabaja en el lugar desde hace aproximadamente 5 años. Vende películas y CD de música en la calle Piedrahíta, al frente de la Asamblea Nacional.

Cuenta que estaba tranquila porque creyó que el proyecto no se realizaría “pero si empiezan a construir me tocará salir de aquí”, señaló con pena. Ellas aguardan la resolución municipal y confían en que haya una solución para no perder su fuente de ingresos.