La globalización demanda que el ser humano conozca a cabalidad su área de influencia profesional, ampliando su capital social y, a su vez, cuente con habilidades y destrezas que lo especialicen y marquen la diferencia entre iguales en tiempos de austeridad.

Por ello, el actual ambiente nacional de ausencia de recursos económicos, plantea una discusión que debe surgir desde la academia, es necesario romper los paradigmas educativos de formación de guardianes y cuidadores de la imagen y reputación institucional; cuya visión es operativa, orientada a una gestión basada en recursos existentes, cuya realidad la vivieron durante 10 años y hoy les es difícil enfrentarla, quizá porque no fueron formados con las competencias necesarias para gerenciar la comunicación de forma sustentable.

Para superar esta visión debemos formar profesionales que culminen sus estudios con la garantía de estar ampliamente preparados y especializados para gestionar las áreas de la comunicación, con una visión integral y estratégica en cualquier ámbito laboral.

Además debemos complementar los conocimientos teóricos con ambientes especializados para entrenamiento en casos reales para desarrollar su capacidad estratégica en proyectos, campañas y planes de comunicación sostenibles, con una clara comprensión conceptual y aplicabilidad de la gerencia estratégica; optimizando recursos y maximizando su integralidad desde la comunicación.

La misión es integrar nuevos paradigmas a la educación como el modelo andragógico, donde “aprenden haciendo”, el uso de la prospectiva que permite plantear nuevos escenarios futuristas y la toma de decisiones frente a un problema empresarial, así como la sustentabilidad que involucra una gestión diferenciada y amigable con el ambiente en el ejercicio de la comunicación estratégica, donde los estudiantes adquieren competencias para desarrollar productos empresariales, sociales e institucionales con eficiencia. (O)

Patricia Hidalgo
Directora de la Escuela de Comunicación de la UIDE