El pueblo quieto, callado y con pocos transeúntes deja de serlo cada miércoles en Simiátug. Las calles centrales de una de las parroquias más recónditas de la provincia de Bolívar se llenan de productos y comerciantes que a viva voz ofrecen hortalizas, frutas, comida preparada, animales para la ganadería, ropa, zapatos, electrodomésticos, artículos para el hogar y hasta celulares con sus accesorios.

Los vendedores se esmeran por ofrecer los mejores precios y al llamado de “caserita (o), pregunte, ¿qué le damos?” intentan ganarse a los compradores que llegan desde diferentes cantones, al igual que los mismos comerciantes.

Los puestos improvisados en alrededor de unas 10 cuadras, se instalan desde las 05:00 del mismo día. El vaivén de los caminantes en la feria continúa hasta cerca de las 18:00. Antes de que llegue la noche, la neblina acompañada de una leve llovizna envuelve la zona, especialmente en estos meses cuando el invierno está por terminar. La mayoría de los pobladores de esta parroquia de Bolívar descansan en casa desde las 19:00. En los hogares solo se escuchan las canciones nacionales de la radio y los murmullos de sus habitantes que en el 95% son indígenas.

Esteban Poaquiza, secretario del Gobierno Parroquial de Simiátug, asegura que el quechua era la lengua más usada, pero que ahora solo es hablada entre los ancianos y muy poco entre niños, que solo conocen las palabras básicas como gracias (pagui).

Sus raíces se remontan hace más de 100 años, cuando se asentaron las primeras comunas que le pusieron el nombre de Simiátug, que traducido al español significa “Boca del lobo”, porque en aquel tiempo se cree que existían muchas manadas de este mamífero.

Actualmente la zona, legalmente constituída por 38 comunas, está caracterizada por la organización, debido a que predominan las entidades de apoyo privado, como la Fundación Runacunapac Yachana Huasi, integrada por 18 comunidades y el Centro Parroquial, que a más de ofrecer capacitación cuenta con una radio comunitaria.

También existe la Asociación de Desarrollo Integral Simiátug Samai, que acoge a 129 artesanas dedicadas a la elaboración de artesanías.

Los pobladores aseguran que la comunidad está en proceso de desarrollo. Las vías de acceso son un tema pendiente, especialmente aquella que tiene la ruta hacia Ambato. La más usada desde Guranda (47 km) está en buenas condiciones hasta Salinas (20 km), pues desde allí el camino está en construcción.