Hasta 13 millones de toneladas de plástico llegan al mar cada año
Un vaso plástico lanzado en una acera, una funda olvidada en una quebrada o una colilla de cigarrillo que flota en una zanja pueden parecer inofensivos. Sin embargo, gran parte de esa basura viaja cientos de kilómetros hasta desembocar en el mar. En Ecuador, esta ruta invisible es en una de las principales amenazas para la fauna marina y los ecosistemas costero.
Del asfalto al océano: el camino invisible de la basura
La contaminación marina no empieza en los barcos ni en alta mar. Comienza en las ciudades. La basura se acumula en calles, alcantarillas, ríos y quebradas. Cuando llueve, los desechos son arrastrados hacia los sistemas de drenaje, luego a los ríos, y finalmente terminan en el océano Pacífico.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), entre 8 y 13 millones de toneladas de plástico se vierten en el mar cada año. Miles de esos residuos salen de ciudades ecuatorianas, cruzan cuencas hídricas y terminan afectando especies como tortugas, aves, peces e incluso mamíferos marinos.
En Ecuador, el 80% de la basura marina llega desde los ríos
Un estudio citado en el documento indica que el 80 % de los plásticos que contaminan los océanos desde Ecuador provienen de sus ríos y caudales contaminados.
Las corrientes transportan botellas, envases y microplásticos hasta las costas continentales y también hasta zonas protegidas como Galápagos, donde se han registrado 52 especies afectadas, desde aves hasta lobos. marinos.
Andrea Lema, directora de Ichthion, resume el problema así: “Una botella tirada en la calle puede terminar en el estómago de una tortuga marina.
Impacto ambiental y económico
- Los plásticos tardan hasta 400 años en degradarse.
- Más de 800 especies marinas en el mundo resultan afectadas por ingestión o enredos.
- El turismo, la pesca y las comunidades costeras también sufren pérdidas por contaminación y daños en ecosistemas.
¿Qué se puede hacer? Pequeñas acciones, grandes consecuencias
El documento insiste en que combatir este problema no es solo tarea del Estado, sino de cada ciudadano. Las medidas clave son:
- Separar los residuos en casa.
- No botar basura en la calle.
- Unirse a mingas de limpieza en ríos y playas.
- Exigir mejores sistemas de recolección y reciclaje.
La basura no desaparece, solo cambia de dirección. Muchas veces viaja en silencio desde la ciudad hasta el mar. Y aunque el problema está lejos de resolverse, entender ese trayecto es el primer paso para frenarlo. Cuidar los océanos empieza, literalmente, frente a nuestra casa.
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— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) November 5, 2025