El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este viernes 27 de abril en la Casa Blanca a la canciller alemana Angela Merkel, para un encuentro centrado en temas de alta sensibilidad, como las tensiones comerciales, la OTAN y el futuro del acuerdo nuclear firmado con Irán en 2015.

Trump saludó a la jefa de Estado alemana como "una mujer extraordinaria" y dijo que los dos gobiernos están "trabajando en diferentes asuntos, incluyendo comercio, incluyendo a la OTAN y cuestiones militares".

Merkel había realizado una visita a Trump en marzo del año pasado, pero las evidentes diferencias de estilo entre ambos y la clara frialdad en el trato personal no despertaron muchas ilusiones sobre la relación bilateral.

La dirigente alemana desembarcó el jueves 26 de abril en Washington y en la noche fue vista discretamente con algunos auxiliares comiendo una hamburguesa en un restaurante, lejos de todo protocolo.

Comercio en la agenda

Pero más allá de las diferencias de estilo entre el volcánico Trump y la discreta Merkel, la agenda que los dos deben tratar incluye por lo menos dos temas de extrema sensibilidad.

El primero se refiere a las crecientes tensiones comerciales entre Washington y Berlín.

En marzo el gobierno estadounidense impuso pesadas tarifas a la importación de acero y aluminio, pero adoptó una exención temporaria a los países de la Unión Europea.

Como ya lo hizo Francia durante la visita de Emmanuel Macron, esta semana Merkel busca convencer a Trump de la conveniencia de que esa exención no sea solo temporaria sino permanente.

El jueves 26 de abril, un alto funcionario del gobierno alemán reveló que Berlín no tiene ilusiones con relación a la exención tributaria, y que las tarifas aduaneras estarán vigentes a partir del próximo martes 1 de mayo.

Por su parte, el principal asesor económico de Trump, Larry Kudlow, dijo que Washington podría mantener la exención de aranceles a los países de la UE en caso de que ese bloque acepte hacer concesiones, y mencionó en particular el mercado automotor.

Irán y la OTAN

El segundo punto crítico de la agenda es el acuerdo que en 2015 firmaron Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, China y Rusia con Irán para acabar con su programa nuclear.

Trump exhibe su inclinación a abandonar ese acuerdo, un paso que los demás países firmantes han criticado con más o menos intensidad.

Esta semana, Trump y Macron hablaron de un "nuevo" acuerdo con Irán para complementar el pacto firmado en 2015, idea que Rusia e Irán ya han rechazado de plano.

Este mismo viernes 27 de abril, en Bruselas, el Secretario de Estado Mike Pompeo dejó flotando las dudas sobre la continuidad de Estados Unidos en el tratado con Irán.

Trump tiene plazo hasta el 12 de mayo para informar al Congreso estadounidense si cree que Irán cumple o no con el acuerdo, decisión de la que dependerá la permanencia de Washington en ese entendimiento multilateral. (I)