Al menos 76 personas murieron ayer por ataques aéreos en Guta oriental, el principal bastión opositor a las afueras de Damasco y objetivo de una ofensiva del Ejército sirio y sus aliados.

El último balance aumenta a 1.346 los fallecidos, entre ellos 270 menores y 173 mujeres, desde el 18 de febrero que el gobierno inició su ofensiva en el enclave de la oposición. El Ejército sirio ya controla el 70% de Guta, de donde 12.000 personas huyeron en los últimos días.

En otro frente de la compleja guerra siria, las fuerzas turcas bombardearon la norteña ciudad de Afrin, bajo dominio kurdo, que causaron la muerte de 18 personas y obligaron a 2.500 a huir, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

La milicia kurda siria YPG, el objetivo de la ofensiva en Afrin, dijo que combatió a las fuerzas turcas y a sus aliados que intentaron asaltar la ciudad desde el norte.

La guerra siria, que entró en su octavo año este viernes, provocó la muerte de medio millón de personas y expulsó a más de 11 millones de sus hogares, incluidos casi 6 millones que huyeron al extranjero, lo que generó una de las peores crisis de refugiados de los tiempos modernos.

Las dos principales batallas en curso son la ofensiva del Gobierno contra Guta oriental, que comenzó hace un mes, y el avance turco sobre Afrin, iniciado en enero. En ambos casos miles de civiles quedaron atrapados en áreas rodeadas de campos de batalla.

Respaldadas por Rusia e Irán, las fuerzas gubernamentales sirias ingresaron en Guta, dividiendo el área en tres enclaves separados. La ONU considera que 400.000 personas están atrapadas en el área sin acceso a alimentos y medicinas. (I)