Los observadores de la Liga Árabe iniciaron ayer  su misión en Siria viajando a Homs, bastión de la revuelta contra el régimen, donde unas 70.000 personas se manifestaron luego de la muerte el lunes de unos 30 civiles a manos de las fuerzas del orden, según opositores.

Decenas de miles de personas realizaron una manifestación  en el barrio  Jalidiyé en Homs, para denunciar los crímenes del régimen del presidente Bashar al Asad, anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que registró otras protestas en los barrios de Bab-Dreib y Jab al-Jandali.

Las fuerzas de seguridad lanzaron luego gases lacrimógenos contra más de 70.000 manifestantes que intentaban ingresar, según informó  la organización opositora.

Para integrantes del  Observatorio Sirio de Derechos Humanos, cuya sede  se encuentra  en  Reino Unido, más de 70.000 manifestantes intentaron ayer  penetrar en la plaza Al Saa, ubicada en el centro de la ciudad de Homs, cuando los agentes de seguridad empezaron a  lanzar  gases lacrimógenos contra ellos para dispersarlos. AFP