Más de 200 civiles murieron y centenares resultaron heridos en los intensos bombardeos aéreos que lleva a cabo el régimen sirio contra el feudo rebelde de Guta Oriental, cerca de Damasco, indicó el jueves una organización no gubernamental.

Solamente el jueves murieron 58 civiles bajo las bombas de la fuerza aérea siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Este observatorio informó de al menos cinco víctimas mortales este jueves y 15 heridos por bombardeos de aviones no identificados contra el pueblo de Meshemshan, en la provincia de Idleb (noroeste de Siria), donde una clínica registró daños materiales.

Los activistas informaron de que se lanzaron cuatro bombardeos contra esa localidad, situada en el oeste de la región.

Entre los heridos hay miembros del personal médico de la clínica, indicó la fuente.

Por su parte, la Defensa Civil Siria, que presta labores de rescate en zonas fuera del control del Gobierno de Damasco, elevó el número de fallecidos a seis por los ataques aéreos contra el ambulatorio y dos escuelas en Meshemshan.

En su cuenta de la red social Twitter, los también conocidos como cascos blancos aseguraron que cuatro de sus voluntarios resultaron heridos mientras participaban en las tareas de evacuación de los afectados en esa población.

Por otro lado, la Defensa Civil denunció un bombardeo contra uno de sus centros en la ciudad de Jan Shijún, cerca de Meshemshan, lo que causó la muerte de tres de sus miembros y heridas a otros cinco y dejó el lugar fuera de servicio.

Casi toda la provincia de Idleb está controlada por el Organismo de Liberación del Levante, la alianza de la exfilial siria de Al Qaeda, y otras facciones islamistas. 

En tanto que el gobierno sirio calificó de "crimen de guerra" los ataques aéreos de la coalición internacional en la región de Deir Ezzor, en el este del país, que causaron según estimaciones estadounidenses unas cien bajas entre las filas progubernamentales.

En una carta dirigida al secretario general de la ONU, la cancillería siria afirmó que esos ataques "representan un crimen de guerra y un crimen contra la Humanidad". (I)