La cuenta regresiva para la elección de burgomaestre en la ciudad de Lima, empezó. El próximo 5 de octubre, los habitantes de la capital peruana tendrán que entregar su voto de confianza a uno de los 12 candidatos que compiten en esta lid. De entre ellos, y ya avanzado buen trecho de la campaña, cuatro nombres parecen perfilarse como los favoritos: Susana Villarán, actual alcaldesa de la ciudad; Luis Castañeda, exburgomaestre por dos periodos consecutivos; Salvador Heresi, y Enrique Cornejo.

Los sondeos de opinión, que en la política de este país tienen un papel predominante, muestran a Castañeda como el rival a vencer, pues el 48% de electores aseguran creer en que un tercer periodo de su alcaldía aportaría al progreso de la ciudad. En la segunda posición, con el 13% de apoyo popular, Susana Villarán aparece como la única candidata capaz de hacerle competencia a Castañeda, porque Heresi, con el 3%; Cornejo, con el 2%, parecen listos para mirar la contienda desde lejos.

La carrera política que concluirá con la elección de 502 autoridades, entre alcaldes (43) y regidores (459), en Lima Metropolitana, ha estado poblada de una serie de altercados, denuncias y enfrentamientos que han tenido su punto máximo el pasado lunes 1 de septiembre cuando el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) decidió declarar improcedente la candidatura de Castañeda, asegurando que el líder de Solidaridad Nacional consignó información inexacta acerca de sus estudios universitarios. Indignado y acusando a la oposición de juego sucio, Castañeda apeló la resolución esperando que en los próximos días el JNE otorgue luz verde a su candidatura y le permita seguir afianzándose en la punta de la carrera electoral.

Para Villarán, sin embargo, el panorama no ha sido nada alentador. A pesar de que los más recientes sondeos la ubican como dueña de un incremento constante de dos puntos porcentuales en la aceptación popular, la mayoría de ciudadanos la siguen viendo como una administradora con ineficiencia en varios sectores. El más resaltante de ellos, el transporte. La puesta en funcionamiento del Corredor Azul, un sistema interconectado de buses que busca reemplazar a las miles de “combies” que dominan el tráfico de Lima, le ha valido más de un regaño pues el alto número de pasajeros en las horas picos ha desbordado la capacidad de las unidades recién adquiridas. Como respuesta, la alcaldesa ha llamado a la paciencia, algo que los cerca de 3 millones de limeños que se mueven a diario en el sistema de transporte parecen conocer muy poco.

Heresi y Cornejo, a su turno, nada han podido hacer frente a las acusaciones que, como sombras, los siguen a cada paso que dan. El primero ha sido tachado por denuncias de enriquecimiento ilícito, llegándose a comprobar que en la declaración de su patrimonio no constan varias de sus propiedades. El segundo, en cambio, es acusado de duplicar sus ahorros en tan solo un año, hecho para el que hasta ahora no encuentra justificación adecuada.

“El panorama para la elección del nuevo alcalde no es nada alentador pues, tiene una serie de elementos que llevan a pensar que para Lima, lo mejor, es lo menos peor. Sin embargo me parece rescatable varias de las iniciativas que Villarán ha llevado adelante, trabajando sobre todo en espacios neurálgicos de la sociedad, como la inversión infantil y el tema de transporte, por lo demás, temas delicados y conflictivos”, apunta el politólogo Julio Obregón.

Punto aparte, la reforma del transporte, como se ha llamado a la campaña encabezada por Villarán, ha merecido ser tomada en cuenta por todas las ofertas de campaña de sus contrincantes. Nadie, al parecer, quiere dejarla incompleta. Otros temas mencionados han sido los relacionados con el medioambiente, el cuidado de aire y agua, así como a reducción de los altos grados de contaminación sonora forman parte de los cuerpos más nutridos de ofrecimientos.

“Uno de los temas que parece importar mucho en esta elección es el del uso del suelo. Lima es una ciudad que crece totalmente desfigurada y en esa acción se irrespeta cualquier tipo de planificación pensada en los servicios de salud, vivienda y alimentación. Varias de las propuestas pretenden buscar una ciudad más compacta, más vertical, que no llegue necesariamente a toparse con los sectores conocidos como marginales”, apunta Obregón.

De todos modos el volumen que han recibido las ofertas es muchísimo menor al que han merecido las denuncias y reclamos, configurando de este modo una campaña en el que las ideas parecen todavía no tener el porcentaje de aceptación adecuado. Resta por contar los días y los posibles desenlaces que esta lid pueda tener.