Cristina Fernández de Kirchner deberá concurrir hoy a los tribunales para declarar en una causa que investiga una supuesta administración fraudulenta en la venta de dólares a futuro en el último tramo de su gestión. Podrá declarar ante el juez Claudio Bonadío, ratificado el martes en la causa, o bien presentar un escrito, como ya hizo Axel Kicillof, su exministro de Economía y actual diputado nacional.

Esta es una de las cuatro causas en las que es investigada la exmandataria y una de ellas por “lavado de dinero”. Esto ocurre mientras se apagan las denuncias contra su sucesor, el derechista Mauricio Macri, por el escándalo de los papeles de Panamá. Es la primera vez que la exmandataria regresa a Buenos Aires desde su salida del poder el pasado 10 de diciembre.

“Claro que estoy tranquila, ¿por qué no debería estarlo?”, dijo la expresidenta argentina durante el vuelo 1893 de Aerolíneas Argentinas que el lunes en la noche aterrizó en el aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, procedente de Calafate, en la Patagonia Austral, donde reside desde que dejó la presidencia. Afuera del aeropuerto la esperaban miles de jóvenes militantes de la agrupación juvenil La Cámpora y otros grupos kirchneristas que luego siguieron el “acampe” en la puerta de su departamento en el tradicional barrio de Recoleta. Cristina Fernández debió salir al balcón a saludarlos en la noche.

El kirchnerismo quiere convertir este miércoles (hoy) en un nuevo Día de la Lealtad peronista. Con ese sobrenombre es conocida la impresionante movilización popular que el 17 de octubre de 1945 exigió y obtuvo la liberación del entonces coronel Juan Domingo Perón, quien estaba preso en la isla de Martín García, en el Río de la Plata y que algunos meses después se convertiría en presidente.

“Peronistas: el 13 de abril es 17 de octubre”, es el mensaje que se multiplica en las redes sociales en los últimos días. El kirchnerismo se movilizará este miércoles en el barrio porteño de Retiro, para acompañar a su líder en su paso por la justicia.  El gobierno de Macri prepara un fuerte dispositivo de seguridad para acompañar la llegada de la exmandataria al Palacio de Justicia. La duda es si Cristina Kirchner declarará ante el juez Bonadío -recusado por la defensa de uno de los implicados en el caso pero ratificado el martes en su cargo por la Cámara Federal- o simplemente presentará un escrito como hizo Kicillof.

“No hay ningún delito ni de corrupción ni de cohecho”. Se trata de una “denuncia política, armada, donde no hay ninguna acusación. Se llama a testigos que son todos de (la alianza oficialista) Cambiemos, y se busca enjuiciar una política económica” vigente entre 2003 y 2015, aseguró el legislador kirchnerista.

La causa fue iniciada por una denuncia de diputados de Cambiemos. En concreto acusan a la expresidenta, a su entonces ministro de Economía y exdirectivos del Banco Central de realizar en noviembre pasado una maniobra fraudulenta en la venta de “dólar futuro” a marzo de este año en torno a 10 pesos (cuando cotizaba en alrededor de 9). La acusación refiere que la operación se concretó a sabiendas de que habría una devaluación, como la que realizó Macri de un 50% del peso. Hoy el dólar cotiza a pocos menos de 15 pesos. El Tesoro -según la acusación- perdió unos $ 100 millones.

El excandidato presidencial kirchnerista Daniel Scioli -derrotado por Macri en un balotaje- aseguraba que no impondría una devaluación en el caso de asumir el gobierno, paradójicamente lo mismo que decía el actual presidente.

“Me sentí muy tranquilo porque esta causa es una vergüenza escandalosa, no hay tal delito, no hay tal acusación. No es un negociado ni una causa de corrupción. En las 1.000 páginas del expediente no contiene ninguna denuncia sobre eventual beneficio a un funcionario de la anterior gestión”, afirmó Kicillof.

Esta no es la única causa por la que es investigada la expresidenta. También fue imputada en un caso por “lavado de dinero” por declaraciones de un “valijero” que trasladaba maletas con dinero no declarado y la implicó en una trama de desvío de fondos ilegales del empresario Lázaro Báez, hoy detenido y quien fue uno de los más beneficiados con obra pública durante el kirchnerismo. También es investigada por una causa relacionada con hoteles de su propiedad que, según las denuncias, tenían tomadas habitaciones que nunca se ocupaban a nombre de las empresas de Báez como una presunta devolución de favores por licitaciones ganadas en el sur del país. La última causa refiere a una sociedad inmobiliaria de su propiedad que presentaría inconsistencias contables.

Mariana Zuvic, dirigente de la Coalición Cívica de la provincia patagónica de Santa Cruz (feudo de la familia Kirchner) e impulsora de denuncias por “lavado de dinero”  contra la exgobernante, dijo que “en virtud de las pruebas que ya hay en la justicia, Cristina Kirchner tiene que ir presa”.

Mientras se espera la declaración de la exjefa de Estado en la justicia prevista para este miércoles, sigue adelante la causa iniciada contra Macri por su participación en el escándalo de los papeles de Panamá, en el que su nombre aparece en el directorio de una empresa offshore no declarada en su patrimonio.

El presidente aparece en el directorio de una sociedad constituida en Bahamas, la Fleg Trading. Sin embargo,  Macri afirmó que nunca fue accionista ni cobró dinero por esa sociedad. El presidente aseguró que no debía informar su rol en esa compañía ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ni en sus declaraciones juradas como funcionario en su época de jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires (2007-2015). La justicia deberá determinar si tiene razón o incurrió en un delito.

El martes apareció otra empresa offshore, ahora en Panamá, vinculada con el Grupo Macri, fundada por el padre del mandatario, Franco Macri, aunque, según el diario conservador La Nación, el jefe de Estado no aparece en sus documentos. Lo cierto es que en la prensa tradicional el escándalo de los papeles de Panamá’ quedó relegado por la reaparición de Cristina Kirchner y su declaración en la justicia.

“Esto es una cortina de humo para no hablar de los papeles de Panamá”, afirmó Fernando Espinoza, presidente del Partido Justicialista  de la provincia de Buenos Aires. (I)