Las fuerzas de seguridad mataron a 17 personas este viernes en Siria, donde siguen las concentraciones “contra los déspotas y tiranos”, convocadas por activistas prodemocráticos quienes dudan  que el régimen sirio tenga la intención de aplicar el plan árabe para salir de la crisis.

El plan de la Liga Árabe prevé un cese de la violencia, la liberación de las personas detenidas durante la represión, la retirada del Ejército de la calle y la libre circulación de los observadores y medios de comunicación internacionales, antes de la apertura de un diálogo entre el régimen y la oposición.

Pero, pese a que el régimen del presidente Bashar al Asad decidió el miércoles aceptar “sin reservas” esta iniciativa, la represión, que ya causó -según la ONU- más de 3.000 muertos desde mediados de marzo, no mengua. Seis civiles murieron el viernes en Homs (centro), uno de los bastiones de la revuelta, cuatro en Hama, más al norte, y cinco en la provincia de Damasco, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). 

La mayoría de las víctimas murió por impactos de balas. Además, las fuerzas de seguridad mataron a un civil y a un soldado desertor en la región de Tal Shihab, en la frontera con Jordania, cuando intentaban salir del país, añadió la fuente. (AFP)