La justicia británica resolvió este viernes que no hay obstáculos legales para que un pirata informático británico, acusado de penetrar en miles de ordenadores del gobierno de Estados Unidos, sea extraditado a este país.

Lauri Love, de 31 años, que tiene la posibilidad de apelar el fallo ante la Alta Corte, afronta una larga condena en Estados Unidos si se confirma que penetró, entre otros, en los ordenadores del Pentágono, la Reserva Federal o la NASA, en 2012 y 2013.

La fiscalía estadounidenses sostiene que Love difundió información personal de ciudadanos estadounidenses, incluyendo miembros del ejército en activo.

"Voy a extraditar al señor Love, pero lo que quiero decir es que voy a enviar su caso" al gobierno para la decisión final, dijo la juez Nina Tempia, de la corte de magistrados de Westminster.

Love estima que debería ser juzgado por un tribunal británico y teme que el síndrome de Asperger que sufre -una forma de autismo- empeoraría si es recluido en una cárcel estadounidense. (I)