Bombardeo en Damasco deja más de 60 muertos
El régimen sirio continuó ayer bombardeos sobre el centro y la periferia de Damasco, donde se registraron la mayor parte de los más de 60 muertos de todo el país, donde también castigó los bastiones opositores de Idleb y Homs (centro).
Los grupos opositores registraron ayer decenas de víctimas de la violencia en distintos puntos del país. El Observatorio señaló que hubo 64 muertos, mientras que los Comités de Coordinación Local apuntaron que fueron 65, y la Comisión 84.
La segunda ciudad, Alepo, se convirtió en escenario de choques entre las fuerzas del presidente Bachar al Asad y los rebeldes el Ejército Libre Sirio (ELS), que anunciaron que tomaron el control de varias zonas.
Las fuerzas del régimen sirio reanudaron los ataques después del mediodía en el céntrico barrio de Al Midan, cuyo dominio afirman que recuperaron el viernes, tras expulsar a "terroristas y mercenarios".
Un portavoz del ELS dentro de Siria, Sami Kurdi, explicó que el viernes efectuaron una retirada de Al Midan para evitar "una masacre de civiles" porque el régimen lo bombardeaba de forma indiscriminada. El combatiente lamentó que proseguían los bombardeos de los partidarios de Al Asad contra algunos barrios de la capital, lanzados desde la a montaña de Qasiun.
En un comunicado, la Brigada de Muawiya bin Abi Sufian del ELS afirmó que los choques persistían en Al Mezzeh, en el suroeste de la capital, donde los rebeldes "limpiaron" un cuartel de las Fuerzas Especiales del Ejército, próximo a la sede del Consejo de Ministros, en la zona de Al Ijlas. Según la nota, el cuartel, donde se entrenaban las fuerzas de Al Asad, fue incendiado.
Kurdi dijo que sus hombres se hicieron con el dominio de la localidad de Dir Hafer en los alrededores de Alepo.
Asimismo, apuntó que los insurgentes lograron dominar el 80 % de los municipios de Manbech y Azaz, próximos a Turquía, aunque el "número dos" del ELS, Malek Kurdi, indicó por teléfono desde territorio turco que controlaban la totalidad de esas localidades y de la vecina Yerablus desde hacía tres días.
Los insurgentes afirman que se hicieron con el único paso fronterizo entre Siria y la provincia iraquí de Nínive, después de que el jueves tomaran el control del cruce de Al Bukamal, limítrofe con la provincia de Al Anbar, en Irak, y de 7 puestos militares en la línea divisoria.