El Telégrafo
Ecuador / Domingo, 24 de Agosto de 2025
Internacionales

Extraña criatura obliga al cierre de playas en España

Un molusco venenoso conocido como "dragón azul" obligó al cierre de varios centros turísticos y playas en España.

El Ayuntamiento de Guardamar del Segura, Alicante, España, activó la bandera roja en sus playas tras el hallazgo de cinco nuevos ejemplares de Glaucus atlanticus, conocido comúnmente como “dragón azul”, un molusco marino de aspecto llamativo pero cuya picadura puede causar un dolor intenso.

Según confirmó el alcalde, José Luis Sáez, los nuevos avistamientos se produjeron el sábado 23 de agosto de 2025: cuatro de ellos en la Playa de Ortigues y uno en la Playa Centro. Este fenómeno, poco habitual en las aguas del Mediterráneo, ya obligó a cerrar temporalmente el acceso al mar durante los días miércoles y jueves, después de que se detectaran varios de estos animales en la zona.

"Se ha reactivado el protocolo de vigilancia para controlar la posible llegada de más ejemplares arrastrados por las corrientes", explicó Sáez a través de sus redes sociales. El alcalde también lanzó un mensaje de precaución dirigido a vecinos y turistas: "No toques estos animales, ni siquiera con guantes. Si ves uno, avisa a los socorristas o autoridades. Y si sufres una picadura, enjuaga la zona con agua salada y acude de inmediato al puesto de socorro o centro de salud".

El miércoles 20 de agosto, la primera señal de alarma se encendió cuando aparecieron dos dragones azules en la playa de Vivers, próxima a la desembocadura del río Segura. En aquel momento, la alcaldía de la localidad había advertido sobre el peligro de estos animales marinos, que a pesar de su pequeño tamaño —apenas 4 centímetros— y su atractivo color azul metálico, pueden suponer un riesgo para la salud.

¿Qué son los "dragones azules"? 

El Glaucus atlanticus es una babosa marina que habitualmente vive mar adentro, en aguas cálidas o templadas, lejos de la costa. Su presencia en la costa alicantina ha desconcertado a las autoridades locales, que continúan investigando las causas de esta inusual llegada. La hipótesis principal apunta a que los ejemplares podrían haber sido arrastrados por las corrientes marinas.

Aunque su picadura no se considera letal, puede provocar reacciones adversas como vómitos, irritaciones graves y dolor intenso, lo que obliga a tomar medidas preventivas para garantizar la seguridad en las playas.

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