El Telégrafo
Ecuador / Domingo, 31 de Agosto de 2025
Internacionales

Atardecer en Beijing: el Palacio de Verano vibra en colores

El fin de semana visitamos el Palacio de Verano, ubicado en las afueras de Beijing-China. Los templos, la laguna y demás espacios enamoran a los visitantes y no se puede olvidar las puestas de sol.

El cielo de Beijing se encendió en tonos anaranjados que se mezclaban con los rojos intensos de los templos y el espejo del lago Kunming. El sábado, el Palacio de Verano desplegó un espectáculo que parecía coreografiado: los colores del ocaso atrapaban a quienes recorríamos sus senderos.

Levantado en 1750 por la dinastía Qing, este complejo —conocido en mandarín como Yí Hé Yuán— fue concebido como refugio imperial para escapar del calor sofocante. Todavía lo resguardan árboles centenarios que dan sombra y custodian la Colina de la Longevidad, mientras el lago se estira con forma de melocotón, símbolo de vida prolongada en la tradición china.

El Palacio sobrevivió a guerras y saqueos: en 1860, durante la segunda guerra del opio, las tropas franco-británicas lo destruyeron. Décadas después, la emperatriz Cixi lo mandó a reconstruir para habitarlo en los veranos abrasadores de Beijing, cuando la temperatura supera los 30 grados.

La Sala del Mar de la Sabiduría

Uno de los templos que sorprende en el recorrido es la Sala del Mar de la Sabiduría. Sin vigas, erigida solo con ladrillo y piedra, es un prodigio de la arquitectura del periodo de Qianlong. Sus techos y muros, revestidos de esmaltes en cinco colores, esconden 1.110 figuras del Buda Amitayus. En los arcos que marcan la entrada, un verso budista recibe al visitante: “el reino de las fragancias, el bosque de árboles sala, el mar de sabiduría y las nubes de buenos augurios”.

El Barco de Mármol

En el lago Kunming, el Barco de Mármol parece navegar inmóvil. Fue la emperatriz Cixi quien lo utilizaba para celebraciones y banquetes. Hoy es un escenario codiciado por turistas que buscan encuadrar, desde su cubierta, la silueta del Palacio al caer el sol. 

El Puente de los 17 arcos

Cuando la luz del día cede, el Puente de los 17 arcos comienza a brillar. Une la orilla del lago con la isla de Nanhu y mide 150 metros de largo. Cada columna es coronada por leones de piedra, 540 en total, ninguno igual a otro. Su diseño replica al Puente Marco Polo, testigo del inicio de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la agresión japonesa.

Otros tesoros

  • Jardín de la Virtud y de la Armonía: antiguo escenario donde la ópera imperial entretenía a Cixi.
  • Jardín del Gusto Armonioso: pabellones que se reflejan en el agua.
  • La Gran Galería: un corredor de 728 metros con más de 14.000 pinturas que relatan mitos, paisajes y escenas de la historia china.
Datos útiles

Ubicación: 12 km al noroeste del centro de Beijing.

Horario: 06:00 – 20:00.

Entradas: Adultos 30 yuanes (USD 4,20). Adultos mayores: gratuito.

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