Auki Tituaña da muchas pistas de lo poco que le une con Guillermo Lasso. Esquiva bien las preguntas “comprometedoras” y reitera lo que ya ha dicho a los medios en general: quiere provocar la unidad de Ecuador. Si se le pregunta por qué se une a un banquero, responde: “El Ché (Guevara) también fue banquero”. Si se insiste de qué vive, si de la plata de Lasso o de otras fuentes, como por ejemplo, del indigenado de derecha, muy vagamente responde que hay aportes de compañeros y “que durante tres años” ha sumado.

Al despedirse, en broma y en serio dice: “No me han hecho la pregunta dura”. ¿Cuál? “Si soy de derecha o de izquierda”. Y provoca risas de su parte, del equipo periodístico y de sus colaboradores.

El diálogo se realiza en una central del movimiento Creando Oportunidades (CREO), en la avenida de Los Shyris, al norte de Quito. Afuera de la oficina hay carros con la imagen de Guillermo Lasso. Y adentro algunas personas hacen cuentas de los barrios para visitar, además están pendientes de la orden que dé  Tituaña, incluido un fotógrafo para él.

¿Qué coincidencias pueden haber entre Auki Tituaña y el Opus Dei?

Hemos señalado que Ecuador nos une y convoca en esta oportunidad. Hace tres años vengo planteando la necesidad de una alianza pluralista, democrática, amplia. Hemos sido críticos desde el inicio de no aceptar la vicepresidencia de Rafael Correa en 2007, no creer en su proyecto político porque desde  un principio se rodeó de la partidocracia que dice cuestionar. El tiempo ha pasado y nos ha dado la razón. Cobra vigencia más ahora la necesidad de la alianza amplia y pluralista.

Pero, ¿cuáles son las coincidencias con el Opus Dei?

Él (Guillermo Lasso) lo practica desde hace mucho tiempo. Nosotros respetamos todas las creencias religiosas. La “Obra de Dios”, como se le conoce, está haciendo también obra social. Soy defensor de mi religiosidad andina, quichua, milenaria. Hay un margen de respeto.

Sabiendo que Guillermo Lasso fue presidente de la Asociación de Bancos Privados cuando ocurrió la crisis bancaria, ¿qué peso puede tener eso en su visión de la realidad ecuatoriana?

Él ha explicado que no formó parte de las autoridades nacionales.

Él fue presidente de la Asociación de Bancos Privados...

Hay que ver las fechas. Nos ha informado que él estaba como gobernador cuando ocurrieron esos episodios. Ha estado en el país, creciendo con su actividad. Vemos que los diferentes gobiernos no han hecho cumplir absolutamente nada, incluido el de Rafael Correa. Yo le apuesto más a esta unidad pluralista, a la construcción de este proyecto político, al plan de gobierno en que nosotros vemos que hay una gran coincidencia.

¿Dónde quedó el postulado de que el movimiento indígena toma las decisiones de manera colectiva?

Hay que preguntarle a la dirigencia que ha dado muestras de que no está aplicando el principio de consulta a las bases. Yo tengo un recorrido hecho el año anterior a las organizaciones de bases. La dirigencia de base está esperando un cambio, una participación de altura. Ya hemos servido de escalera para Gutiérrez, a Ehlers, Correa. Sueñan con una participación directa. Qué más garantía de que nuestro gobierno, con Auki en la vicepresidencia, tenga una voz permanente.

Luis Macas dijo hace un año que la participación de los indígenas en las elecciones ha hecho mucho daño. ¿Qué tan cierto es eso?

Cuando no trabajan bien. Y eso han hecho los dirigentes históricos que no han trabajado bien, no han negociado bien los temas importantes para el país, en la política, en lo social. Entonces, sus errores y fracasos no nos pueden endosar. Hay un buen número de profesionales indígenas que no han estado articulados al movimiento por esa  práctica de no inclusión. Hemos vivido una suerte de segregación interna. No nos han dado la oportunidad.

¿Quiénes?

La dirigencia histórica, entre ellos Luis Macas. Hay además en el mundo indígena una diversidad de actores.

¿Lasso qué sabe o entiende del movimiento indígena?

Él entiende lo mismo que el común de los ecuatorianos. Y un poco más por el recorrido que ha hecho por el país, por el esfuerzo de conocer más a fondo las tesis y los planteamientos. En ese sentido se ha venido preparando para su participación política. Nosotros consideramos que al confiar su participación a un hijo del mundo indígena está dando un reconocimiento a las luchas y los anhelos.

¿No es mejor hablar con una persona como Rafael Correa, que habla quichua, que ha tenido más cercanía con los indígenas?

(Correa) No habla quichua. Él sabe saludar y conoce unas palabras. No habla el idioma. En una oportunidad nos encontramos en el set de Ecuavisa y él me saludó en quichua, yo le devolví con un mensaje, pero no pudo sostener un diálogo.

¿Es cierto que hasta hace pocas semanas usted trabajaba por la candidatura de Alberto Acosta?

Yo he dicho que no confiaba en este proceso de las izquierdas. La Coordinadora Plurinacional no está haciendo un trabajo serio de ideas y de programas que incluya a todos los sectores.

¿Por qué no confía?

Porque no hay la madurez necesaria.

Por ende tampoco confía en Alberto Acosta...

En el alma gemela de Rafael Correa yo no confío. En una mesa como esta vino con dos copias de plan de gobierno a hablar ‘lo toman, lo aceptan ustedes o lo voy a llevar donde Rafael Correa’ (durante la precampaña de 2006).

¿Alberto Acosta?

Alberto Acosta. Esperemos que lo recuerde. No hay credibilidad, no hay confianza.

¿Cuándo inicia su acercamiento con Guillermo Lasso? ¿Sabía usted que es el único político que él menciona en su libro “Otro Ecuador es posible”?

Ah, ¿sí? Hace tres años cuando salía de la Alcaldía tuvimos un diálogo amplio, productivísimo en la laguna de Cuicocha. Y ahí salió el compromiso de participar en foros públicos, compartir las experiencias vividas en Cotacachi.

Él cita ese encuentro en el libro, justamente. ¿No ha leído el libro?

Sí, cómo no. Sí, por eso hacemos público el encuentro.

Él en su libro habla de revisar la tercerización...

Todos los temas económicos, ambientales, que son tan sensibles, los vamos a poner en una mesa de trabajo. Nosotros sí sabemos hacer democracia participativa. Ese va a ser nuestro compromiso.

¿Se siente cómodo conformando un binomio respaldado por Jaime Nobot y el PSC?

Los respaldos van a venir de la izquierda, del centro, de la derecha, del pueblo principalmente. Siempre señalo una estadística: el 70% de los ecuatorianos no toma en cuenta si es de izquierda, derecha sino que quiere un gobierno eficiente, transparente, que le dé respuestas.

Le preguntaba por Nebot porque él ha destacado su gestión en Cotacachi, ambos incluso han firmado comunicados conjuntos sobre las autonomías...

En temas de trascendencia nacional como el beneficio a los municipios a través de la utilización del 25% del impuesto a la renta para proyectos específicos lo apoyamos porque fue una forma de democratizar el acceso a esos ingresos públicos. Pero no hubo coincidencias en la Ley de Autonomías. Yo no compartía que sea voluntaria la autonomía, tiene que ser obligatoria, como la descentralización. Fue un error dejarla como un proceso espontáneo y libre. Por eso algunos alcaldes se conformaban con hacer la obrita y no entraban en una dinámica de compartir trabajos y esfuerzos con el Gobierno Central. Eso fue claramente planteado y se discrepó en ese sentido (con Nebot).

¿Qué le aporta Auki Tituaña a la candidatura de CREO?

Confianza y le aporto a Guillermo Lasso una experiencia de trabajo en el ámbito público, una conexión con el mundo indígena y con el mundo no indígena que ve en Auki Tituaña una nueva forma de hacer política.

¿Y usted como vicepresidente en qué áreas se centraría? ¿Ya ha definido algunas?

No hemos definido temas específicos. Pero él confía mucho en nuestro trabajo de descentralización, de apoyo al municipalismo, de la salud. Y el tema que más nosotros ponemos hincapié es en construir el Estado plurinacional, que está en letra muerta. Va a cobrar vigencia ahora.

¿Es cierto que usted estaba buscando una candidatura para asambleísta en Imbabura por la Coordinadora?

Yo dentro de las filas de Pachakutik también fui tomado en cuenta como precandidato a la Presidencia de la República, la misma que iba a ir a la Coordinadora Plurinacional. Yo desistí  porque me metían en unas primarias donde yo ya sé el resultado final. Ellos ya saben que estaban Lourdes Tibán o Salvador Quishpe entre los opcionados.

¿Estaba hablando al mismo tiempo con Humberto Cholango y Guillermo Lasso?

Es posible. El diálogo político debe ser pluralista, amplio, con todos los sectores.

¿La ruptura con Rafael Correa ocurrió en el coliseo de Ambato cuando Pachakutik iba a decidir su candidatura presidencial a las elecciones de 2007?

No, pues, yo ya lo veo actuar a Rafael Correa en el Ministerio de Finanzas. Tuvimos una reunión, con los alcaldes de Pachakutik tuvo una postura muy intolerante y eso preocupó porque son los funcionarios públicos los que hacemos tragos amargos cuando no nos gusta un planteamiento o un reclamo. No somos dueños de los recursos. Esas conductas a mí me preocuparon. Cuando el periodismo planteaba un binomio Tituaña-Correa, el decía ‘mi raza no me da para ser segundón de nadie’.

¿Cree que no se ha cambiado nada en el país durante estos años?

Por el contrario, Auki Tituaña, Guillermo Lasso, CREO y parte del mundo indígena sabrán reconocer, por ejemplo así lo hacemos, la gran labor de Lenín Moreno. Dejando en claro que antes de que él anuncie este proceso de apoyo a las personas con discapacidad, tomó contacto con nosotros para compartir la experiencia de Cotacachi. En el tema de infraestructura vial también, pero ya sería el colmo que un gobierno con tan altos precios del petróleo no invierta. En ciertos casos ha habido ensanchamiento de las vías, pero un plan vial no hay, eso se puede mejorar en el país. Hay cosas positivas, no vamos a tapar el sol con un dedo, pero hay cosas pendientes.

¿Cómo se siente disputando electorado a sus ex compañeros?

Nosotros vamos a llegar a la segunda vuelta. Pero tiene que ganar el voto de los otros, de Gutiérrez, Acosta, Noboa, si quiere ganar a Correa. El país ya se está inclinando por una opción. Somos partidarios de que en la segunda vuelta nos podamos sentar. Si soy partidario de la tesis de un Ecuador con unidad amplia pluralista y democrático, va a ser necesario dialogar.

Suponiendo que ganaran, la izquierda les va a hacer oposición...

Me han quitado la participación en la dirigencia. Las bases están felices de esta noticia, el país y el mundo están felices porque los tiempos son de los grupos excluidos.

¿Cómo afrontará la oposición del movimiento indígena?

Me voy a preocupar desde el primer día de hacerles partícipes de las decisiones.