La Policía y el Ejército destruyeron la noche del miércoles 20 casas de caña guadua, paja y tabla, asentadas en terrenos que han generado disputa entre indígenas shuar y colonos de Shaime, en Morona Santiago.

En menos de un mes, el saldo es de 24 casas destruidas (20 de invasores y cuatro de colonos), un joven de 24 años muerto (Carlos Noboa) y varias tiendas de víveres amenazadas por líderes shuar con ser incendiadas para provocar desabastecimiento en la zona. Tampoco descartan impedir el ingreso del transporte público para obligar a los colonos a abandonar sus tierras, pese a que tienen títulos de propiedad otorgados en 1991 por el ex IERAC.

El miércoles más de 600 policías y 160 miembros del Ejército participaron en el operativo de desalojo en Shaime, a 6 kilómetros de Puerto Morona. Marco Rivadeneira, intendente de Policía de la provincia, dijo que el operativo se cumplió por orden de Wilson Solís, director distrital de la Subsecretaría de Tierras y Reforma Agraria, en contra de Juan Vera y los hermanos Rosendo, Darío y Felipe Nurinkias Mashiant, quienes -bajo el argumento de reclamar tierras ancestrales- se posesionaron de las propiedades de los colonos José López y María Supliguicha.

Aclaró además que no se utilizó la violencia, ya que quienes ocupaban esas fincas abandonaron voluntariamente
el lugar. Rosendo Nurinkias, asambleísta alterno por Morona Santiago (de filas de Pachakutik), quien junto al presidente de la Junta parroquial de San José, Tello Pinchu, son señalados por los colonos como los líderes de las invasiones, calificó al operativo de “persecución a los pueblos nativos (shuar)”.

Dijo que fueron destruidas 20 pequeñas viviendas y que las familias quedaron a la intemperie. “El perjuicio es alto para mujeres y niños. Denunciaremos el hecho en la Asamblea Nacional y en la Comisión de Derechos Humanos para que se indemnice a los afectados”, indicó.

Colonos denuncian amenazas “El miedo aumentó porque a través de llamadas telefónicas a los líderes de la parroquia y amenazas de personas en moto, sabemos que los shuar y los invasores advirtieron que quemarán las tiendas de víveres ubicadas en San José de Morona, en el Puente y la Gabarra”, denunció ayer el colono Luis Peralta Kashijint, vocal de la parroquia.

Señaló que las agresiones continúan, pese a que a la zona fueron movilizados 600 policías de los comandos de Cuenca (Azuay) y Puyo (Pastaza) para dar resguardo. “Los mismos policías y militares no saben cómo frenar los ataques de los shuar y de los invasores, quienes para causar daño actúan en la noche como las lechuzas”, acotó.

Dijo que los colonos no se explican por qué el gobernador de la provincia, Carlos Arcos, tarda en ordenar el desalojo de los invasores en San José, Puerto Morona y Shaime. Sin embargo, a través de un comunicado, Arcos aseguró que ya pidió al presidente Rafael Correa decretar el estado de excepción en los sectores en conflicto para contar con el control permanente de la fuerza pública.

Luis Rizo, titular de la Asociación de Agricultores de Puerto Morona, denunció ayer que entre las cuatro casas quemadas en la madrugada del martes último, por parte de invasores, constaban la de su hermano Vicente y la del colono Fernando Valencia, quienes perdieron enseres de hogar, mercadería y productos de primera necesidad que tenían en las viviendas. Además, a las 20:00 del miércoles fue baleada -en Shaime- la casa de la colona Damia Pillacela.

No hubo víctimas ni detenidos, pero la Policía incautó tres carabinas. Óscar Bonilla, viceministro de Gobernabilidad, y José Larrea, viceministro de la Política, llamaron a las partes a superar las diferencias a través del diálogo.