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Ahora la disputa pasa a ser del pasado y nace la colaboración
Las amenazas realizadas por los sujetos políticos que estaban a favor de que La Concordia se quedase en Esmeraldas ha provocado temor y cautela en la población, que ayer laboró con normalidad en sus actividades productivas, pero siempre preguntando si habían llegado opositores de Esmeraldas.
“La gente que trae la prefecta son personas mal encaradas que insultan y que quieren a la fuerza permanecer en una provincia que nos abandonó o sino no estuviéramos viviendo con tantas necesidades, como sucede hoy”, precisó Juan Carlos Ordeñana , concordense.
Este criterio fue compartido por María Núñez Linda, quien consideró las necesidades del cantón como una prioridad para el desarrollo. “Conocemos de las obras que se han iniciado y sabemos que vienen más, por lo que ahora nos urge que haya más esfuerzos e inversión”, dijo.
Raúl Reyes, subcontratista de una obra municipal, aseguró que antes era contrario al Gobierno, pero la consulta lo hizo cambiar de opinión. “No era correísta y hasta lo detestaba, pero logró hacer un cambio fundamental que me abrió los ojos, cuando permitió que los artesanos pudiesen participar con preferencia y construir las obras que demanda el portal de compras públicas. Ahora se vendrán las obras con Santo Domingo. Eso es ser un estadista que mira el progreso equitativo y no solo de los pudientes”, añadió.
Milina Paredes, del recinto Monterrey, calificó como la mejor decisión cambiarse a Santo Domingo. Lo tenemos apenas a 20 minutos y el pasaje del bus vale 75 centavos. “Siempre tenemos que ir a la capital y que mejor que esté cerca”, expresó.