Todos los enfrentamientos entre Juventus y Real Madrid son encuentros palpitantes. Siempre lo han sido. En sus duelos suele haber una especie de trasfondo oculto y aristocrático forjado durante las innumerables veces que han rivalizado al máximo nivel.

Hoy (13:45, hora de Ecuador) vuelven a alimentar su particular guerra e historia. Son seis décadas viéndose las caras, 19 encuentros disputados al máximo nivel, incluidas dos finales de Champions League ganadas ambas por los madrileños.

Para los “bianconeri” son dos espinas que llevan clavadas en el corazón y la última, la del pasado año en Cardiff, aún no se la han sacado del todo. Es por eso que la cita de hoy se presenta apasionante, aunque el camino recorrido por ambos conjuntos sea contrapuesto. Mientras la “Juve” no llega en su mejor momento de juego, los “merengues” se presentan  en el Allianz Arena de Turín con su maquinaria bien engrasada, goleando a sus oponentes tanto en Liga como en Europa sobre la base de un fútbol sólido y al fin brillante. “Esto no tiene nada que ver con lo que pasó hace diez meses”, aseguró Zidane a los medios.

Pero la Juventus no es una escuadra cualquiera. Es la Vecchia Signora y en el fútbol europeo eso son palabras mayores. Lo sacó a la luz en los octavos de final de la Champions y lo está demostrando en la liga italiana, donde es líder. Con una leyenda como Buffon bajo los palos, mantiene un escuadrón de viejos guerreros, como Chiellini, Barzagli, dos exmadridistas como Khedira e Higuaín, su faro en el centro del campo Pjanic, Mandzukic o Dybala. Buenos nombres para asegurar un equipo competitivo.

Y el hecho de jugar el primer partido de la llave en casa no es un tema baladí para los transalpinos, sobre todo si están convencidos de que llegarán con ventaja a la vuelta en el Bernabéu.

Es lo que pasó en las tres últimas eliminatorias en que se cruzaron, en 2003, 2006 y 2015. Y en las tres pasó la escuadra “bianconera” de Massimiliano Allegri, más difícil de roer que el caparazón de una tortuga. El Madrid lo sabe y por ello marcar al menos un gol en el Allianz Arena se ha convertido en su objetivo prioritario.  

Zinedine Zidane, que vuelve a enfrentarse a su antiguo equipo, llevó a toda la plantilla a Turín. El entrenador blanco asegura no tener dudas respecto al once que saltará al campo pero, siguiendo su tradición, prefiere mantenerlo en misterio.

“Zizou” es un artista desarmando a sus rivales. Cuando era el futbolista excepcional que fue, sus marcadores sufrían como bellacos ante aquel portento que, siendo más grande, fuerte y pesado que la mayoría de ellos, se movía por el césped como Fred Astaire.

Como entrenador es algo diferente. Mitiga a los contrarios con sonrisas y silencios que a veces resultan desquiciantes. Los expertos aseguran que solo queda un puesto libre en la alineación y se lo disputan Bale, Isco, Asensio y Lucas Vázquez. Casi nada. Bendito dilema el que se le plantea a Zidane, aunque de su decisión dependerá el dibujo sobre el césped del vigente campeón y quién sabe si su suerte en el único asidero que le resta al equipo “merengue” para salvar su pésima temporada.

Isco pugna duro por esa plaza. Pese a que el malagueño ha perdido en los últimos meses la condición de titular que se ganó la pasada campaña, viene de completar una actuación redonda con la selección española en el amistoso ante Argentina, en el que logró un hat-trick. Un trabajo digno de un crack que aprovechó para enviar un mensaje reivindicativo.

“Los partidos con la selección me dan la vida, aquí tengo la confianza del míster.

En el Madrid quizá no me la he ganado, pero sigo teniendo mucha ilusión por trabajar, por seguir mejorando y por ser titular en mi equipo y en la selección”, manifestó al término del amistoso ante la Albiceleste de la semana pasada. Zidane se ha dado por aludido.

“Isco es importante para mí y lo va a ser siempre”, respondió el técnico. El internacional le garantizará más posesión y mayor enganche con Cristiano Ronaldo. No jugó el sábado frente a Las Palmas y eso ha sido interpretado por los madridistas como una pista decisiva de las intenciones del DT blanco.

El portugués Cristiano Ronaldo llega al duelo europeo frente a Juventus en su mejor momento goleador, autor de nueve tantos en sus últimos cuatro partidos con el Real Madrid y siendo la gran pesadilla del conjunto italiano, al que siempre marcó en Liga de Campeones.

Siete goles firmó en los cinco enfrentamientos que Cristiano Ronaldo ha jugado con el Real Madrid ante Juventus. El último, un grito al mundo del fútbol que lo reivindicaba como el mejor jugador de la temporada pasada, con su doblete en la final de Cardiff. (I)   

El Sevilla se cita con la historia ante Bayern M.
El Sevilla, tras 60 años sin acceder a los cuartos de final de la máxima competición europea, recibe hoy (13:45, hora de Ecuador) en la ida de esta eliminatoria al Bayern Múnich, emparejamiento en el que pugnará la ilusión de seguir haciendo historia contra uno de los mejores currículums del continente. Los sevillistas jugaron por única vez esta ronda del torneo, bajo la denominación de Copa de Europa, en la campaña 1957-58 y cayeron con claridad ante el Real Madrid, pero en el siglo XXI se han ganado un nombre en el continente al ser el campeón de cinco ediciones de la Liga Europa. Eso y al precedente cercano de haber eliminado en octavos con autoridad a otro peso pesado de Europa como Manchester United, son las credenciales del conjunto español.

En frente, el Bayern, que disputará por séptima vez consecutiva unos cuartos de final de la Champions y que lo ha hecho 29 veces en total en su historia.

El equipo que entrena Jupp Heynckes llega a la ciudad de Sevilla como el virtual campeón de la Bundesliga después de arrollar este fin de semana al Borussia Dortmund con un rotundo 6-0 y un triplete del polaco Robert Lewandowski y también con una gran actuación del colombiano James Rodríguez.

Pero viaja con el recelo de lo que puede denominarse como la “maldición española” después de que en las últimas cuatro temporadas haya sido eliminado en dos ocasiones de la competición por el Real Madrid y en las otras dos por Barcelona y Atlético de Madrid.

El Sevilla del entrenador italiano Vincenzo Montella no contará con el argentino Éver Banega, organizador del equipo, quien deberá cumplir un partido de sanción por acumulación de amonestaciones.

El Bayern, por su parte, llega a este partido sin sancionados, pero con una larga lista de jugadores que están prevenidos y que deberán tener cuidado para la vuelta, como son Robert Lewandowski, Joshua Kimmich, Corentin Tolisso, Jérome Boateng y Sebastian Rudy. 

Volverá a ser titular el meta Sven Ulreich, quien suplió en su momento al fijo de la portería, Manuel Neuer, cuando se lesionó de gravedad, y cumple con garantías. 

En cualquier caso, el hacer un buen partido ante el Dortmund este fin de semana sirvió para llegar a Sevilla con ritmo de competición.

Es de esperar que haya un cambio, con el regreso de Joshua Kimmich a la posición de lateral derecho en detrimento del brasileño Rafinnha.

En el centro del campo podría haber una modificación si Heynckes opta por buscar una mayor estabilidad defensiva, para lo que podría recurrir al chileno Arturo Vidal, que ha vuelto a entrenar tras ser baja contra el Dortmund por lesión, o a Thiago Alcántara. (I)