Nuestras mascotas también pueden ser víctimas de la contaminación ambiental. Al igual que los seres humanos tienen pulmones que se ven afectados cuando disminuye la calidad del aire en la ciudad. Además, el exceso de polvo los hace más susceptibles a enfermedades de vías respiratorias. En muchos casos, un ambiente seco, con ausencia de lluvia, también puede contribuir a cuadros de alergia.

Erika Ramírez, veterinaria, explica que hay algunas razas que resultan más afectadas, porque tienen el hocico más corto y ello dificulta la respiración por un aumento de la resistencia de las vías respiratorias.

Muchos de estos animales realizan un mayor esfuerzo para inhalar. Entre ellos están: pug chino, bulldog inglés, bulldog francés, bóxer, shihtzu, lhasaapso, sharpei, pekinés y boston terrier, entre otros. Cuando hay ausencia de lluvias, la contaminación suele concentrarse más. En esos casos, las consultas a los veterinarios suelen aumentar.

Los síntomas que revelan si nuestras mascotas tienen una enfermedad respiratoria son irritación ocular, decaimiento, falta de apetito, mucosidad nasal, dificultad para respirar, estornudos y otros. Debido a la contaminación también se produce una disminución de las defensas en los animales.

En este caso, son más vulnerables al efecto de los microorganismos patógenos, como virus y bacterias. La veterinaria advierte que el clima seco no es el más sano, cuando hay cambios bruscos de clima se eleva el número de perros con enfermedades respiratorias. La especialista sugiere salir al campo para que el perro respire un aire menos contaminado, sobre todo, si este pasa mucho tiempo encerrado en casa o expuestos a ambientes con esmog.

Tips:

• Hay veterinarios que sugieren suministrar suplementos vitamínicos a las mascotas para prevenir posibles enfermedades en las vías respiratorias.

• Toma en cuenta que los perros pugs, bulldogs y pekineses pueden sufrir asfixia si están demasiado cerca del humo o en ambientes muy contaminados. Su hocico chato limita su capacidad de tomar oxígeno.

• El humo del cigarrillo también puede afectar la salud de la mascota. Al igual que los seres humanos, los animales también se convierten en fumadores pasivos.

• El humo excesivo que despiden los vehículos también puede causar lagrimeo excesivo.