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Ecuador, 28 de Marzo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
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¿Y dónde están los movimientos sociales del país?

En campaña electoral, dirán algunos. Soportando y asimilando  la crisis, dirán otros. Lo cierto es que brillan por su ausencia y quizá  eso explique por qué también hay una crisis de representación política de quienes acogen sus banderas como plataformas electorales. Se dirá incluso que la “arremetida del régimen” los tiene eclipsados.

Pero es de poco sostén este criterio porque su articulación con la realidad está ahí, latente, pero no mueven un dedo, salvo para generar las bases de las campañas proselitistas. Se podría decir que para esos “tradicionales” dirigentes de los movimientos sociales bien les cae ese grafiti: “Cuando tenía todas las respuestas me cambiaron las preguntas”.

Y sí, la época está cambiando y hacen falta otras preguntas y, en consecuencia, la construcción de otras respuestas desde donde armas otras plataformas también.

El movimiento social ecuatoriano tuvo durante los ochenta y los noventa un impulso considerable, sostenido, sobre la base de una plataforma concreta: recuperar lo público, demandar políticas públicas sobre temas sensibles, oponerse a la privatización del Estado y pedir absoluta soberanía nacional en todos los campos.

Lo cierto es que muchas de sus demandas se cumplieron en Montecristi. Y desde ahí para acá ese movimiento social prácticamente “perdió” presencia, pues se articuló desde su aparente única condición de ser: la demanda. 

Ahora, cuando corresponde implementar esas políticas públicas y hacerlas carne y hueso, como ya toca establecer un diálogo y una relación con el Estado, algunos de sus dirigentes pasan a la oposición confundiendo acción social con oposición electoral, porque siempre, para ellos, el Estado será el malo de la película. ¿Los maestros demandan calidad de la educación?

¿Los indígenas reclaman representación real y participación en la toma de decisiones? ¿Las mujeres están luchando por la equidad y bajar la violencia intrafamiliar? ¿Los sindicatos por mejores condiciones laborales para que medios de comunicación no violen los derechos de sus trabajadores? ¿Los jóvenes están en las calles peleando por el acceso a la educación?

No, no lo están haciendo, porque muchas de esas luchas son atendidas a diario y hacen falta otras peleas y conquistas que, parece, ya no interesan a los dirigentes sociales que están muy ocupados en la disputa de poder para, quizá, volver a pelearse con el Estado si llegan a esa instancia de gestión.

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