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El amor y la paz en "La leyenda del príncipe Ego"

El actor Jaime Boada enfrenta el desafío de presentar una producción dramática épica, pues es más conocido por su faceta de humorista
El actor Jaime Boada enfrenta el desafío de presentar una producción dramática épica, pues es más conocido por su faceta de humorista
16 de enero de 2019 - 00:00 - Redacción Cultura

Una historia épica en la que el amor y los deseos de hacer justicia mostrarán una lección a un joven valiente.  

 Esa es la trama de la obra La leyenda del príncipe Ego, que se presenta este miércoles y jueves, a las 19:30, en el Teatro Variedades, ubicado en el Centro Histórico de Quito.

“La estrené en 2015, bajo la dirección de Carlos Gallegos, y luego en 2016, en otro formato”, contó Jaime Boada, autor de la pieza.

Se trata de un monólogo dramático en el cual el actor principal (Boada) da vida a varios personajes, pero principalmente al príncipe Ego.

Este proyecto es un desafío actoral para Jaime Boada, que es más conocido por su trabajo de humor, como clown en los hospitales y universidades.

Boada comenzó su camino en el clown en el año 2007 a la par de una investigación en el teatro.

“El clown es mi especialidad, por eso decidí hacer algo diferente en El príncipe Ego”, indicó. 

La trama gira en torno a un mundo posapocalíptico en el que solo existen dos naciones en guerra.

“Ego es el hijo del rey Uno, pero lamentablemente  presencia la muerte del padre. El príncipe escapa por unos sacerdotes, que lo entrenan por 16 años. Y él regresa para vengarse”, narró el intérprete.

El  príncipe deberá cumplir con un designio, cambiar el destino de la humanidad y buscar la paz.

Para el dramaturgo es una producción épica, por lo que en la obra coloca música de cine, de aventuras y acción.  

“Música de Tron, Pantera Negra, Creed, así como un ejercicio de las disciplinas orientales”.

Boada admitió que la influencia de la trama surgió de cintas de relatos fantásticos y de hazañas de héroes asiáticos, específicamente de los samuráis japoneses, y su vestimenta. Luego de estrenarla en 2015, el autor considera que esta pieza que presenta hoy y mañana es más experimental que las anteriores versiones.

“Busco llegar al corazón, por lo que la moraleja de la obra es filosófica y para iluminar al público”, afirmó el dramaturgo. (I)    

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