París, Francia.- La justicia francesa ordenó a los proveedores de internet y a los motores de búsqueda que bloqueen “sin demora” el acceso a algunas páginas de visionado en línea de películas, informaron la mañana de ayer los medios locales.

El Tribunal de Gran Instancia de París da la razón al sindicato de productores y distribuidores de cine, que buscaban desde  el año 2011 detener la actividad de páginas como Allostreaming, Dpstream o Alloshowtv.

La sentencia del tribunal requiere que los operadores “hagan todo lo que sea necesario” para impedir que “desde territorio francés” se acceda a esas webs en un plazo de 15 días y durante un período de 12 meses.

Los magistrados entienden que los productores y distribuidores han logrado probar que Allostreaming, la más popular de esas webs, concentra la mayoría  de su actividad en la explotación en línea de películas sin el consentimiento de sus autores. Lo que para ellos era una forma flagrante de legitimar la piratería.

Esas páginas se han “anticipado” y evaden la decisión judicial cambiando sus dominios.La sentencia ordena a los proveedores de acceso Orange, Bouygues Télécom, Numéricable, Free, SFR y Darty Télécom la puesta en marcha de “todas las medidas para impedir, a partir del territorio francés (...), el acceso por todos los medios eficaces y sobre todo mediante el bloqueo” a toda una serie de portales como Allostreaming, Alloshowtv, Fifostream, Dpstream y sus declinaciones.

El tribunal conmina también a los buscadores de Google, Microsoft, Yahoo! y Orange la adopción de “toda decisión útil de cara a impedir en sus servicios la aparición de toda respuesta y resultado que dirija a alguna página” de esos portales. Son alrededor de quince sitios que cerrarán sus servicios.

Esas decisiones para el gremio son “una primicia mundial” y “una etapa capital hacia el respeto del derecho en internet”, al tratarse de la primera vez que la justicia ataca a webs que se sirven de páginas “piratas” y a las referencias que esas logran en los motores de búsqueda.

Cambio de dominio para evadir el dictamen

No obstante, según la web de información especializada ‘Numerama’, esas páginas virtuales se han “anticipado y han sobrepasado” la decisión judicial cambiando ligeramente el nombre de sus dominios. Así, si se busca en Google Dpstream, se accede a esa web con la extensión “.net” y no “.tv”, bajo la que operaba hasta ahora. La maniobra se repite con el resto de sitios que emiten los audiovisuales que evaden el pago de derechos de autor.

La decisión de la justicia francesa se produce después de que en enero de 2012 Estados Unidos ordenara  cerrar el popular sitio de visionado en línea Megaupload.

Su fundador, Kim ‘Dotcom’ Schmitz, y tres directivos del portal de descargas fueron encarcelados de forma preventiva en Nueva Zelanda. El proceso judicial sigue su curso.

Un año después de que el FBI cerrara Megaupload, Kim ‘Dotcom’ abrió Mega, una nueva web para compartir archivos en la nube que acaba de lanzar plataformas para teléfonos y tabletas de Apple.

Contactada por la agencia francesa AFP, Google declinó comunicar una reacción por el momento. Orange, en cambio, a través de un comunicado expresó su satisfacción por la decisión. “Esta decisión nuevamente da un aval a las formas de censura privada que se desarrollan por internet y vulneran derechos fundamentales”, afirmó Félix Tréguer, fundador de la Quadrature du Net, una organización de defensa de los usuarios de la web.

Una de las quejas recurrentes de los usuarios de los sitios de streaming es que, a diferencia de Estados Unidos o América Latina, en Francia no existe un servicio como Netfix, que ofrece una alternativa abundante de filmes y series de televisión que se hace vía contrato y sin violar las leyes de propiedad intelectual.

EL STREAMING IMPLICA VISTA EN SIMULTÁNEO

El streaming (también denominado difusión en flujo, lectura en tránsito o descarga continua) es la distribución de multimedia a través de ‘internet de modo que el internauta consume el producto en simultáneo a la descarga. Este tipo de tecnología funciona mediante un ‘búfer’ (espacio de memoria) de datos que almacena  lo que se descarga en la estación del usuario para luego mostrarle el material descargado. Esto se contrapone al mecanismo de descarga de archivos que se puede consumir luego de descargar.