Publicidad

Ecuador, 18 de Marzo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El documental de la ‘chanchocracia’ invitó a la reflexión social en un foro

Desde la izquierda, Daniel Adoum, artista plástico; Ileana Matamoros, guionista; Carlos Matamoros, posproducción; y Federico Koelle, moderador.
Desde la izquierda, Daniel Adoum, artista plástico; Ileana Matamoros, guionista; Carlos Matamoros, posproducción; y Federico Koelle, moderador.
Foto: Lylibeth Coloma / et
19 de marzo de 2018 - 00:00 - Redacción Cultura

Invitar a la ciudadanía a reflexionar sobre cualquier tipo de información que  consuma o  cuestionar a la autoridad en caso de estar en desacuerdo fueron parte de las sugerencias planteadas en el foro del documental Chanchofobia: terror en la pared.

Esta cinta producida, escrita y dirigida por José Alcíbar es basada en el libro La verdadera mentira de la chanchocracia, de Daniel Adoum Gilbert, quien narra la situación que vivió luego de pintar unos chanchos de colores en espacios públicos de Urdesa y Samborondón.

Un hecho que en 2004 la prensa local lo convirtió en mediático por relacionarlo a  una supuesta riña entre los grupos Lating Kings y Ñetas.

Alcíbar, un vasco-ecuatoriano que reside menos de una década en Guayaquil, contó que quedó impactado con la historia.

“A mí se me ocurrió que no podía ser que una acción como la chanchocracia quede en el olvido o que nadie lo analice y nadie haga nada al respecto”, sostuvo el cineasta vía telefónica, pues no pudo asistir a la proyección en la sala Enrique Calderón, de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas (CCG), el jueves 15 de marzo, a las 19:00.

Un documental revelador

El cerdo narra la historia del documental mediante una voz humana.

La cinta inicia con una voz en off narrando el contenido de una carta que manifiesta un supuesto asesinato de dos líderes de las pandillas Lating Kings y Ñetas, en España, señalando como sospechoso del homicidio a un chico de clase alta. La consecuencia de este incidente habría traído a esta ciudad a los representantes de estas bandas que tomarían represalias con la matanza de 400 guayaquileños, específicamente 200 por cada líder.

Al final de la misiva se advierte que el color de cada chancho pintado revelaría el tipo de venganza que aplicarían: negro: muerte, rojo: violación y blanco: susto.

Esta carta, que supuestamente habría llegado a manos de la prensa, desató una serie de conjeturas que en el documental es narrado por un cerdo en un establo -con voz humana- cómo se desarrolló la  historia de la chanchocracia.

Expertos como el sociólogo Carlos Tutiven, la vicerrectora de la Universidad Casa Grande, Tina Zerega; la profesora de arte urbano María Fernanda López, el mismo Adoum, entre otros, forman parte de las voces que se suman con sus visiones a analizar este hecho que revelaría la falta de tratamiento de la prensa sobre la “travesura” del artista plástico.

Los efectos en sus realizadores

La animación sobre las pandillas fue realizada por Patricio Mosquera.

“Creo que hay muchos elementos de análisis que se pusieron en la mesa sobre este trabajo que no le interesa a muchas instituciones de llevar. Hablando de todo, creo que es una crítica social que involucra a medios y a nosotros mismos como sociedades, cómo estamos mirando al otro y todo este clasismo que tenemos en nuestro ADN”, comentó en el foro la comunicadora social Ileana Matamoros, quien realizó el guion junto a Alcíbar.

“Aquí estamos viendo que el germen del chisme cibernético puede generar cosas terribles (...) ojalá que nos pongan a pensar cómo estamos llevando esta cantidad de información que nos llega todos los días, cosas falsas y cómo transmitimos nosotros sin cuestionar primero”, sentenció la guionista que, además de editar material de archivo y el enfoque de  los entrevistados, plasmó en el libreto el imaginario miedo de la ciudadanía y la invención de la prensa sobre la violencia de las pandillas.

La parte de las conjeturas sociales fueron moldeadas bajo la perspectiva de Patricio Mosquera, ilustrador de animación 2D y 3D -quien además trabaja en diario EL TELÉGRAFO en el área de Diseño de Medios Digitales.

“La idea era que las animaciones tengan ese efecto sensacionalista, sobre todo porque básicamente se trataba  de un rumor; de ahí con entrevistas e investigación se complementaba la parte real del asunto, por ello lo mío específicamente fue plasmar la especulación”, comentó el diseñador, quien con sus trazos creó una secuencia de dibujos   al estilo de un diario sensacionalista.

Mosquera recordó que Alcíbar le solicitó usar varios recursos para contar el rumor en forma satírica, sin usar efectos especiales, por lo que recurrió al dibujo animado en 2D y 3D para narrar más rápido la historia. Su trabajo se muestra en el diálogo entre pandillas cuando se disparan, tornándose en escenas crudas y violentas.

Los efectos de sonido, en cambio, estuvieron a cargo de la especialista audiovisual  Paola Asanza, quien en el proceso se invlucró con la historia y su contenido.

“Cuando se hacen efectos de sonido, obviamente es algo   básico y menos complejo que antes, además es súper divertido porque descubres cosas que no tenías idea de que se podían hacer, básicamente es eso:  el fondo, el ambiente, el sonido, todo lo que tenga que ver con este tipo de audios que no son musicales”, aseguró la productora.

Al igual que sus colegas, se sintió afectada respecto al desarrollo periodístico de dicha época evidenciando una prensa antiética.

“El periodista debe tomarse en serio su labor, ser objetivo de informar, de educar (...) No les costaba nada investigar o indagar un poco,  ahondar en el tema (...) porque se supone que esa es tu misión de aportar con un granito de arena a la sociedad, a la labor que realizas (...) pero no, no se vio nada de eso, por ello lo dejamos claro en el documental, no hay confianza a ellos”, opinó.

Para José Alcíbar, esta producción significó ahondar en la cultura de esta ciudad.

“A mí, chanchofobia me enseñó a conocer más a Guayaquil y, por ende, a quererla”, contó este director, quien inició el proyecto hace casi 4 años y luego lo vendió a CNT Play para subirlo en forma de serie de 12 capítulos, a un costo de $ 65 mil. Lamentablemente, hasta la fecha esta plataforma solo publicó el primer capítulo.

Agregó que una parte del rubro sirvió para costear Chanchofobia: terror en la pared, que desde su estreno ha sido proyectado en pocas instituciones y espacios culturales.

Durante el foro los panelistas adelantaron que volverá a exhibirse en abril, en la Universidad de las Artes (UArtes) y más adelante -según sus realizadores- será liberado y subido a una plataforma digital.

El arte, herramienta de poder

Daniel Adoum, protagonista principal de la historia, compartió con el público asistente en la CCG sus conclusiones culturales y sociales luego de 14 años de experimentar este hecho que repercutió en su vida.

“Pienso que no cambiamos en nada como sociedad, seguimos fragmentados, contrastados, seguimos teniendo miedo del otro encerrándonos, seguimos siendo hostiles e irrespetuosos, bulliciosos y escandalosos”, sostuvo el artista.

Aseguró que podrían existir más hechos como el que vivió y cree que volvería a suceder lo mismo. Incluso, lo comparó con los falsos mensajes en redes sociales que la gente sigue creyendo.

“Catorce años suena a mucho, pero el socialcristianismo tiene más tiempo en Guayaquil y eso en gran parte es el problema de esta ciudad”, aseveró el escritor, quien desafió a la autoridad municipal en dicha época y lo justifica indicando que estuvo “tratando de generar un cambio de conciencia usando el arte como una herramienta de poder, como un arma”.

Expresó que se siente halagado de que sus obras generen este tipo de contenidos para invitar a la reflexión, porque considera que como sociedad hay que verificar lo que la prensa oferta, pues, a decir de él, tiene el  poder para plantear una situación y crear una opinión pública sesgada.

“Tal vez un día podamos darle vuelta a la página, pero con inteligencia, habiendo aprendido que al fin y al cabo en esta ciudad todos somos humanos, todos somos iguales y de pronto lo que necesitamos es eso, unirnos como sociedad y desterrar cosas tóxicas e ideas arcaicas”, auguró el irreverente artista. 

Tratamiento

- Cobertura de los medios. El documental se centra en el mal  tratamiento de los medios sobre el caso del artista Daniel Adoum, quien pintó en 2004 unos chanchos en paredes de Urdesa y Samborondón. La prensa local lo relacionó con una riña entre pandillas.

- 65 mil dólares pagó CTN Play  para proyectar la serie, pero solo se exhibió el primer capítulo. 

- El libro. La historia de la cinta está basada en el libro La verdadera mentira de la chanchocracia, de Daniel Adoum. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media