“Mi abuelo no me recuerda, pero cree que soy su amigo”
Llegó el fin de semana y para Michael Onofre, de 29 años, el sábado será un día bastante agitado. Debe hacer las compras de mercado, limpiar su casa, terminar trabajos de la universidad y además una muy especial, salir de paseo con su abuelo Abdón Piguave, de 84 años.
- ¿Ya estás listo? ¿Cuál es la ruta de hoy?, le pregunta a Abdón, quien riendo contesta “adonde nos lleve el camino”.
Michael agarra su celular y dice “sonríe y posa para la foto”. El joven toma un selfie y la publica en su estado de WhatsApp.
Abdón sufre de Alzheimer, no reconoce a nadie de su familia, solo recuerda a sus padres y a Michael lo trata como hermano o amigo.
“El abuelo tiene un genio ‘de pocas pulgas’, a veces no le gusta que lo bañen, pero al final entre bromas y chistes él cede”, señala Michael, quien siempre lo mantiene activo, juega con él, lo asea, lo lleva a fiestas y lo hace bailar; la idea es mantenerlo atento. Su canción favorita es “Norma Mía” de Julio Jaramillo, la cual tararea todo el día.
Un taxi los recoge en su vivienda ubicada en las Malvinas y los lleva al Malecón. Abdón viste una de sus mejores “cachinas”: una camisa celeste con las mangas recogidas -que en su cuerpo encorvado queda un poco floja-, un pantalón plomo sujetado con un cinturón negro, zapatos estilo vans y una gorra ploma. El amigo (nieto) luce ropa deportiva.
El muchacho lo agarra de la mano y lo pasea, la gente lo ve con admiración, pues en vez de estar con amigos prefiere disfrutar de la compañía de su abuelito. Rosa Morales los mira y bendice. -No son todos, pero hay hijos y nietos que no les gusta salir con los abuelitos, les da vergüenza. ¡Felicitaciones, un gran ejemplo!
Luego Abdón se acerca a otros ancianos, los saluda y piensa que todos son de Salango (Manabí), su lugar natal. A una señorita le pregunta ¿por qué está tan solita?
Michael ríe y comenta que en su tiempo era muy coqueto. Llegó la hora de regresar a casa, Abdón debe descansar. (I)