Es tan buen entrenador que los atletas lo buscan. “Incluso, hace 8 años, vino un técnico japonés a averiguar en Cuenca por qué un país tercermundista tenía tantos éxitos en la marcha”, cuenta Juan Chocho, hermano menor de Luis Chocho, uno de los mejores instructores en la historia del atletismo nacional.

Luis vivió el domingo pasado uno de los momentos más felices de su trayectoria cuando dos de sus alumnas subieron al podio tras la prueba de 20 kilómetros marcha de los Juegos Panamericanos Toronto 2015. La brasileña Érica de Sena se adjudicó la presea de plata y la ecuatoriana Paola Pérez Saquipay se llevó la de bronce.   

El abrazo entre ambas perennizó un hecho poco común para la actividad física ‘tricolor’, ya que no es usual que 2 deportistas de diferente nacionalidad se preparen bajo la tutela del mismo profesor y figuren en una misma competencia.  

¿Qué hace una atleta brasileña de élite en Cuenca? Juan Chocho responde que Érica de Sena (30 años) llegó a la capital azuaya a mediados de 2011 para cumplir un campamento de entrenamiento y una pasantía. Arribó por la amistad que tenía con el marchista Andrés Chocho, hijo de Luis, quien tiempo después se convertiría en su novio.

A ella le agradó tanto Cuenca, que resolvió radicarse y practicar con los hermanos Chocho.Ese fue el inicio de lo que se convirtió en una de las anécdotas más comentadas de las justas continentales, cuando Érica y Paola se abrazaron en la meta.

Paola (25 años) recuerda con exactitud aquel momento: “Érica terminó la carrera y me esperó en la meta. Después de que crucé la línea se acercó, me dijo: Bien ‘Piru’, y me abrazó”. El apodo ‘Piru’ obedece a la estatura de la cuencana, quien con 1,45 metros es la más pequeña entre los marchistas inscritos para los Juegos Panamericanos.  

Sobre Érica tiene el mejor concepto y cree que acertó al quedarse en Cuenca, pues ha optimizado mucho sus condiciones atléticas y se mantiene como una de las mejores representantes de su país.

Añade que su adaptación a Ecuador se desprende del cariño con el que la han tratado, tanto su enamorado Andrés como los hermanos Chocho y sus compañeros. Ya probó cuy asado, hornado y cascaritas, pero más le agradaron estos dos últimos platillos típicos.   

Juan le agradece a Érica por reconocer que el galardón de plata en Toronto se debe en parte a su estadía en Ecuador. “Nosotros la preparamos hasta inicios de este año, desde febrero la orienta Andrés, quien ya tiene los conocimientos y la experiencia para autoentrenarse y entrenarla a ella”.

La hoja de vida de Luis está llena de éxitos. Basta citar que llevó la mayor parte de la carrera deportiva de Jefferson Pérez antes de que el andarín conquistara la primera y única presea de oro que Ecuador levantó en unos Juegos Olímpicos, los de Atlanta en 1996. Juan cita que Luis dirigió a Pérez por alrededor de 7 años, hasta 1995 cuando decidieron tomar rumbos diferentes.

En marzo último, en el Challenge que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) organizó en Dudince (República Eslovaca), contribuyó a que Érica de Sena imponga una nueva marca sudamericana en los 20 kilómetros femeninos al cronometrar una hora, 29 minutos y 37 segundos.

El español Guillermo Pérez, director del departamento técnico metodológico de la Federación Deportiva del Azuay, al cual se debe Luis, comenta que la buena reputación de la marcha cuencana se desprende de contar con grandes instructores, en el caso de Luis, tiene el nivel 5 internacional, el más alto de la IAAF.

Y si a eso se le agrega la preparación cotidiana en la altura sobre el nivel del mar, se obtienen andarines con mayor captación de oxígeno, quienes tienen una ventaja sobre los que practican en ciudades llaneras o costaneras. (I)

Datos

Luis Chocho es el pionero de la marcha de alto rendimiento. En 1990 abrió una escuela de marcha en el Parque de la Madre de Cuenca. Actualmente tiene 80 alumnos.

Juan dice ser el último de 8 hermanos (5 mujeres y 3 varones), entre los cuales Luis es el mayor (59 años) y fue quien le inspiró a dedicarse al deporte. Tras retirarse, Juan (37 años) suma 19 años como instructor.

En marzo pasado, Luis contribuyó a que Érica de Sena, con 1h29m37s, registre un nuevo récord sudamericano en los 20 kilómetros marcha femeninos. Bajó en 7 segundos la marca anterior.

Paola Pérez afirma que el éxito de Luis se debe a su disciplina y bondad. En 2011 ella perdió su avión de México a Guadalajara para losPanamericanos. Él se quedó con ella y pagó de su bolsillo el hotel y la cena.