A pesar de que los futbolistas franceses habían mencionado que el partido frente a Honduras iba a ser difícil por lo “agresivo” que juegan los centroamericanos, ayer el conjunto ‘galo’ fue el que demostró ser más agresivo, pero en lo futbolístico, que los dirigidos por el colombiano Luis Fernando Suárez.

El debut de Francia en el Mundial estaba marcado porque el seleccionador Didier Deschamps lanzó en la rueda de prensa que Honduras iba a ser un oponente “peligroso”, pero el jugador que fue campeón del mundo en 1998, se refería en lo físico, más no en lo futbolístico. En el transcurso del encuentro no hubo mucha fricción, salvo a los 15 minutos cuando Wilson Palacios pisoteó a Paul Pogba cuando se encontraba en el piso. El réferi solo mostró amarilla al hondureño y por poco armó el pleito ya que los jugadores franceses salieron en defensa.

Al parecer Palacios se tomó a pecho eso de que Honduras era uno de los equipos más pegadores ya que a los 43’ empujó dentro del área chica a Pogba. El juez le mostró la segunda tarjeta amarilla (antes por pegar al mismo jugador de la ‘Juve’), por lo que dejó a su selección con un jugador menos a 2 minutos antes de que terminara el primer tiempo.

Karim Benzemá abrió el marcador desde el punto penalti a los 44’. Francia siempre tuvo el control. Nunca dejó a Honduras acercarse a la portería de su capitán, Hugo Lloris, que en la primera parte no recibió ningún tiro, seguro vivió una tarde plácida e inédita en su carrera. Después del tanto los ‘Bleus’ fueron un vendaval, Mathieu Debuchy y Patrice Evra se volcaron al ataque, mientras Mathieu Valbuena, hasta los 78’ que estuvo en cancha, distribuyó el juego.

La ausencia de Frank Ribery (lesionado) no se notó con la actuación de Valbuena. Benzemá, con la ayuda del golero Noel Valladares, puso la segunda del partido (48’) y liquidó a los 72’ con fuerte remate al ángulo superior. Este resultado coloca a Francia en el primer lugar del grupo E con 3 puntos y +3 de gol diferencia, seguido de Suiza que antes derrotó a Ecuador.