El chonero aún recuerda cómo luego del fenómeno de El Niño lo perdió todo. Se levantó y tuvo la mejor cosecha de maíz. Hoy dice que será lo mismo, luego de sobrevivir al terremoto.

Pasó 36 horas bajo los escombros. Este portovejense fue rescatado por un equipo de voluntarios colombianos. Luego de dos días en observación en el hospital, regresó a su casa.

Las familias que huyeron de este cantón manabita permanecen refugiadas en improvisadas carpas armadas con plástico y palo. La solidaridad que hay entre ellas supera al miedo por los sismos.

La zona central de la capital manabita está devastada. En cada esquina es común observar ruinas. Los rescatistas ingresan a las estructuras con la esperanza de encontrar personas con vida.

Todas las vías manabitas a cargo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas están habilitadas al tránsito vehicular, según un reporte emitido a las 13:30 de ayer en el portal oficial de la entidad.

Con una inversión de $ 80 millones, el gobierno nacional pone fin a la época en que la localidad sufría severas inundaciones en invierno y padecía por la falta de agua en verano. Ahora, Los agricultores de la zona tienen mayores facilidades para sembrar en cualquier mes, gracias a la megaobra.