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Esta ave símbolo es monógama y tiene una cría cada año

Pimampiro y Pacha, la esperanza de los biólogos

Pacha cumplirá 13 años y no ha tenido crías. Su anterior pareja era mayor y según cuentan no hubo química. Cortesía
Pacha cumplirá 13 años y no ha tenido crías. Su anterior pareja era mayor y según cuentan no hubo química. Cortesía
27 de noviembre de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

Llegó desde el Zoológico de Quito el 5 de diciembre de 2002. Está próxima a cumplir 13 años y aún no ha sido mamá; es Pacha, un cóndor hembra que actualmente vive en una zona restringida del Parque Cóndor, un centro de rescate de aves rapaces ubicado en Ibarra.

Durante 4 años ella vivió junto a Curi, un macho que le superaba en edad. Según Joep Hendriks, director del parque, Curi tiene aproximadamente 40 años. Esta -quizás- fue una de las razones para que la pareja de aves emblema del país no compaginen y no se reproduzcan.

Los cóndores son básicamente monógamos, escogen una pareja y permanecen con esta de por vida. Solo en caso de que uno de los dos muera, el otro busca una nueva compañía.

Pero la apatía entre la pareja de aves no frenó los intentos de que en el parque nazca un polluelo. Hendricks y los demás integrantes del Grupo Cóndor se embarcaron en otra misión: darle a Pacha un nuevo acompañante.

Fue así como Pimampiro, un macho de 24 años que vivía sin pareja en la hacienda Zuleta, de Imbabura, llegó al centro de rescate de aves rapaces el 22 de julio de este año. Desde entonces Pacha y Pimampiro permanecen en una jaula amplia ubicada lejos del área de exhibición del parque. La semana pasada la pareja mostró avances en “su relación amorosa”, dice Hendrick.

En un inicio era ella la que buscaba la atención de Pimampiro, pero él no mostraba interés hasta estos últimos días. “Lo más probable es que ellos se reproduzcan”, dijo confiado el holandés que llegó a Ecuador hace más de una década y fundó el Parque Cóndor.

El biólogo Carlos Hurtado informa que incluido el cortejo, apareamiento, incubación y levante del polluelo hasta su emancipación dura aproximadamente dos años. Cuando nace la cría, la incubación dura entre 55 y 60 días; el macho y la hembra se turnan para darle calor al huevo. “Forman parejas estables debido a las exigencias del desarrollo del polluelo, que en pocos meses tiene el tamaño de un adulto”.

Según Hendrick, está previsto que en el parque vivan 2 parejas que se espera que puedan reproducirse. Una de ellas se colocará en un sitio de exhibición y podrá ser vista por el público que visita este lugar. Por lo pronto ahí permanece Curi, mientras que Pacha y Pimampiro están en aislamiento. “Cuando tengan al bebé, la cría nunca va a acostumbrarse a la gente. Hay que esperar un tiempo, que también se invierte en investigación y el último paso es su liberación para seguir repoblando los cielos andinos”, dice Hendriks.

Bajo esta lógica también se espera liberar a las parejas como Huayra y Killary, quienes nacieron en el Zoológico de Guayllabamba.

La iniciativa que juntó el Parque Cóndor, el proyecto Cóndor Huasi de Zuleta y el Zoológico de Guayllabamba con el apoyo del Ministerio del Ambiente, busca que se formen 4 posibles parejas para intentar la procreación.

Pimampiro, que llegó a Zuleta en los años 90, fue rescatado de la zona de la cual adquirió su nombre. También tuvo un intento para juntarse con una hembra, pero no pudieron tener descendencia.

La reproducción en cautiverio

Los cóndores que crecen cautivos pueden tener una cría cada año. La edad promedio para que puedan reproducirse es de 4 años.

Para este especialista lo ideal es seguir un proceso de adaptación antes de unir a los cóndores en parejas. La alimentación es fundamental. “La dieta principal del cóndor es carroña, de res o chivo”. También se debe revisar su plumaje y peso. Para revisar a estas especies se necesitan varias manos, por la fuerza de sus alas y los posibles cortes de su pico.

La transición previa a la unión de Pacha y Pimampiro se dio con anticipación. El macho tuvo que pasar un tiempo en cuarentena, mientras que la hembra fue la primera en ser llevada a la nueva jaula. Esto se realizó 2 días antes de juntarlos para que ella se sienta segura y dueña del espacio.

El último censo de cóndores en el país registro entre 94 y 102 especies en estado silvestre, en 70 dormideros. Hendriks resalta lo importante que es la educación ambiental para que los niños, jóvenes y adultos entiendan el valor del ave símbolo y su labor, pues son claves para el equilibrio de un ecosistema. (I)

Datos

Al nacer los pichones son muy débiles y están cubiertos por un plumón gris blanquecino, el cual va cambiando conforme avanza su edad.

Los padres le dan de comer alimento fácil de digerir, ablandado y entibiado en el buche. Estos permanecen más de un año en el nido. La cría tarda dos años en alcanzar su maduración total.

La hembra hace su nido en lugares poco accesibles que custodia celosamente debido a que su hábitat se ha modificado y los ejemplares han disminuido notablemente. En el país estos sitios se ubican en peñascos.

A los 6 meses ya intenta dar sus primeros vuelos en el área inmediata a su lugar de nacimiento. Y a los 9 meses el juvenil deja el nido y está listo para acompañar a sus padres en sus vuelos.

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