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La católica de guayaquil destinará $ 4 millones, con un préstamo estatal, en nueva obra

Ocho universidades privadas reciben fondos del Estado

La Universidad Católica de Guayaquil, que es cofinanciada, hizo un préstamo al Banco del Estado para construir una residencia universitaria y aulas de posgrados. José Morán / El Telégrafo
La Universidad Católica de Guayaquil, que es cofinanciada, hizo un préstamo al Banco del Estado para construir una residencia universitaria y aulas de posgrados. José Morán / El Telégrafo
26 de noviembre de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

Al pasar por la avenida Carlos Julio Arosemena (norte de Guayaquil) hay un letrero de color azul que anuncia: ‘Residencia universitaria, aulas de posgrado y parqueos’. La obra, cuyo monto total de $ 6 millones, se construye con un préstamo de $ 4 millones del Banco del Estado. El edificio estaría listo en septiembre de 2017.

La construcción tendrá 15 aulas, cada una con capacidad para 30 posgradistas, mientras que la residencia tendrá una cobertura para 200 estudiantes.

El vicerrector de investigación y posgrado de la Universidad Católica de Guayaquil, Walter Mera Ortiz, explica que la obra es una inversión de la institución superior, y reconoce el crédito estatal. “Luego esperamos pedir otro préstamo para terminar la parte que falte”.

La Universidad Católica no es la única institución superior privada que recibe ayudas económicas del Estado. En total son 8 universidades cofinanciadas, según Enrique Santos, miembro académico del Consejo de Educación Superior (CES).

En el caso de la Católica de Guayaquil, el 15% del presupuesto proviene del Gobierno, con el objetivo de que los fondos se destinen a becas. Las otras universidades cofinanciadas son la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), la Politécnica Salesiana; Universidad Técnica Particular de Loja, la Laica Vicente Rocafuerte (ULVR), Técnica Equinoccial (UTE), Católica de Cuenca y la Universidad de Azuay.

Santos explica que la asignación y rentas que reciben tienen una base constitucional. Se trata del fondo Fopedeupo (Fondo Permanente de Desarrollo Universitario y Politécnico, creado en 1996).

La disposición transitoria decimoctava de la Constitución establece que las universidades particulares podrán recibir estos fondos a futuro. “Estas entidades deberán rendir cuentas del dinero público y destinarlo de preferencia para becas a estudiantes de escasos recursos desde el inicio de la carrera”, aclara Santos.

Del total de instituciones privadas con ayuda estatal, solo la PUCE recibe en promedio $ 20 millones al año. En su informe de rendición de cuentas de 2014 declaró haber recibido $ 22 millones para una extensión universitaria en Ibarra y otros $ 14 millones para la sede en Quito.

En 2013, la Laica de Guayaquil recibió del Estado $ 6,5 millones. Mientras que a la UTPL se le entregaron más de $ 10 millones.

El dinero va para los estudiantes

El artículo 30 de la LOES (Ley de Educación Superior) establece que al entrar en vigencia la Constitución de Montecristi, las asignaciones estatales a una universidad privada deben ir destinadas a becas de estudiantes matriculados en cualquier nivel que lo necesiten, sin importar su etnia, género, lugar de residencia o grado de discapacidad. También se pueden entregar becas para docencia e investigación con el fin de obtener un título de cuarto nivel.

En una entrevista pasada con EL TELÉGRAFO, Juan Carlos Latorre, director general de estudiantes de la PUCE, aseguró que el 82% de su población recibe el beneficio de beca por pensión diferenciada; es decir, 7.355 jóvenes.

Además, 2.312 estudiantes (aproximadamente el 25%) reciben una beca adicional. En 2014 se destinaron más de $ 14 millones para las becas.

Talía Calle, presidenta de la Federación de Estudiantes de UTE, dijo que el presupuesto en esta institución para las becas, a diferencia de otras universidades, es menor. No superaría los $ 9 millones.

“Puedo decir que sí hay cumplimiento de los parámetros en la entrega de becas. Hemos evidenciado que aquí se cumple con más del 10%. Adicional a eso hay ayudas económicas que se otorgan por nacionalidades o por motivos culturales y deportivos”.

Según la ley, las universidades deben publicar en sus páginas web las asignaciones que reciben del Estado. En el caso de la Tecnológica Equinoccial, según su informe de rendición de cuentas, el año pasado recibió más de $ 8 millones, lo que representó el 16,81% de su presupuesto. Dos años antes la asignación fue de $ 7’954.689.01.

La suma entregada en 2014 fue usada para becas generales. Desde marzo de 2014 a julio del mismo año se destinaron más de $ 2,3 millones para ayudas económicas a estudiantes con menos posibilidades.

Mientras que entre septiembre del año pasado y febrero de 2015 se otorgaron $ 2,5 millones en becas. La Universidad Politécnica Salesiana, con sede en Quito, en su informe de gestión de 2013, detalla que ese año repartió más de $ 10 millones en becas. (I)

Datos

En estos últimos 8 años, la inversión en la educación superior por parte del Estado supera los $ 9.000 millones. Esto representa casi el 2,12% del PIB.

En promedio, las familias pagan hasta $ 5.400 por año en las universidades privadas. Esto convierte a Ecuador en el país con los cobros más altos en función de los ingresos de un hogar.

Con el nuevo reglamento a los aranceles y pensiones de las universidades privadas, expedido por el CES este año, la matrícula no podrá exceder el 10% de los aranceles totales en el año de estudio.

Además según la normativa, los derechos no podrán ser mayores al 10% de la matrícula. El reglamento implica una reducción de 20 puntos porcentuales en la matrícula y las familias pagarán hasta el 75% menos en el rubro de derechos.

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