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Los talleres familiares en el Aguirre Abad acogen a 200 adultos

“No hay que castigarlos, sino ponerles disciplina”

En los cursos familiares, las orientadoras enseñan que los padres son las manos derechas de los maestros. Foto: José Morán / El Telégrafo
En los cursos familiares, las orientadoras enseñan que los padres son las manos derechas de los maestros. Foto: José Morán / El Telégrafo
21 de agosto de 2014 - 00:00 - Redacción Sociedad

Lo que no ocurrió con la hija mayor de Santa Girón pasó con su pequeña que ahora tiene 12 años. El traslado de la escuela al colegio convirtió a la menor en una adolescente ‘rebelde’ que se fugaba de clases y no escuchaba a sus padres. “Fue algo duro y llegué al extremo de enfermarme porque ella era una niña tranquila, linda, y de repente fue un cambio total”, expresó Santa.

Recordó que al llegar al colegio recibía quejas de profesores por la disciplina y se enteró de que estaba junto a un grupo de compañeras que la influenciaron a apartarse. Con ayuda de psicólogos y de orientadores del Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) del colegio Aguirre Abad, de Guayaquil, la menor logró cambiar.

“Me ayudaron a comprenderla y educarla en la forma correcta. No hay que castigarlos por lo que está haciendo, sino ponerles disciplina, quitarle lo que más le guste y ver las cosas de manera diferente”, dijo la madre. Desde entonces, Santa asiste de forma regular a las reuniones que realiza el plantel con los representantes, en la denominada ‘Escuela para padres’.

Pero, ¿es posible aprender a ser padres? Según la psicóloga Esmeraldas Galdamez, los progenitores sí necesitan guías para saber “formar y disciplinar a sus hijos”.

“Los padres recurren a los esquemas aprendidos en casa y vemos que no fueron los más eficientes y empiezan a tener problemas con los hijos porque tratan de que esas reglas sean efectivas”, indicó.

Galdamez expresó que estos padres se plantean interrogantes como: ¿lo estaré haciendo bien?, ¿qué hago en este caso? Y entonces recurren a sus vecinos, mejores amigos, familiares; y muchas veces se quedan sin respuesta. Es entonces cuando la escuela para padres complementa la disciplina impartida en casa.

Galdamez aclaró que este espacio no puede formar a un padre de forma absoluta, porque todos los problemas de las familias son diferentes, pero sí puede brindar recursos para asistir en el momento que les toque afrontarlos.

Uno de los colegios que impulsa estos talleres para los representantes es el Aguirre Abad, que desde julio del año pasado está intervenido por el Ministerio de Educación (MinEduc).

Su rectora, Kelly Apuntes, señaló que las reuniones programadas 2 veces al año son importantes porque los padres “son la mano derecha de los docentes”.

Los psicólogos y orientadores se encargan de realizar talleres vivenciales con videos y conferencias para que sepan cómo asumir su responsabilidad con sus hijos.

“Aquí podemos tomar mil correctivos, pero sin ayuda del padre no podemos consolidar el trabajo porque el joven mantiene una línea de conducta dentro del colegio, pero al llegar a la casa son los padres a quienes les corresponde hacer que todo lo que aquí se esté inculcando se fortalezca dentro de cada hogar”, dijo Apuntes.

A más de los casos de indisciplina, los jóvenes también han sido atendidos por problemas de consumo de droga y la asesoría ha permitido que el número de casos disminuya.

De 2.737 estudiantes en el Aguirre Abad, 274 son tratados por consumo de estupefacientes, el 8% de la población estudiantil.

Apuntes explicó que hay una ruta en la que se conoce la cantidad diaria y mensual que el joven consume. También se informa a los padres, quienes deben firmar un acta de compromiso y asistir a charlas con el psicólogo de la institución. “Cuando el estudiante tiene problemas, el padre se involucra porque toma conciencia de la situación real por la que pasa su hijo y tratan de buscar una solución”, manifestó.

María Verónica Morales, directora de Coordinación Educativa de la Subsecretaría de Educación de Guayaquil, explicó que en abril de este año se firmó el Acuerdo Ministerial 06914 que, entre otras cosas, define el número de  profesionales que deben tener los DECE y las responsabilidades de cada profesional.

Morales indicó que para 2017 todas las instituciones del país deben tener estos espacios de acuerdo a los nuevos lineamientos y atribuciones, el apoyo logístico a la parte pedagógica de los estudiantes y orientación vocacional.

Paralelamente, el MinEduc recolecta información para transformar la ‘Escuela para padres’ en un nuevo modelo denominado “Educando en familia”.

“Esperamos que sea una inclusión no solo de charlas, sino también un trabajo con otro tipo de actividades en donde los chicos puedan encontrar ciertas afinidades con sus padres”, expresó Morales.

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