Patricio Burbano y su familia tienen dos mascotas en casa. Con ellas salen a todas partes, incluso, durante sus vacaciones se las llevan. 

Sin embargo, su mayor inconveniente es la imposibilidad de hospedarse en un hotel junto a sus canes.

“En los hoteles, cuando hago reservaciones, pregunto si dejan ingresar a mascotas, pero siempre me responden que no hay esa opción. A mí no me gusta dejarlos en hospedajes caninos, porque no estoy seguro del trato”, expresa Patricio.

Esa es una dificultad que experimentan viajeros para quienes los animales son parte importante de su familia y necesitan salir con ellos de casa.

Precisamente, esas necesidades llevaron a la Asociación Ecuatoriana de Registros Caninos (Aercan) a buscar establecimientos (hoteles y restaurantes) en el país que estén interesados en conseguir la certificación dog friendly.

Los establecimientos que la poseen cuentan con áreas específicas para los perros. En esos lugares se les proporciona un buen trato y la designación de un espacio para la permanencia de los animales.

Los primeros establecimientos que cumplen la normativa y acceden a esta certificación -con aval internacional- son los hoteles Rumipamba de las Rosas de Salcedo (Cotopaxi) y Sangay Spa Hotel en Baños (Tungurahua).

“Los clientes nos pedían que incursionemos en este campo para ser más inclusivos, sobre todo porque nuestra ciudad es turística y muchos de los que vienen los fines de semana no tienen dónde dejar a sus mascotas. Creo que es una buena ocasión para dar apertura a nuevos huéspedes”, explica Sara Warmington, gerente de Sangay Spa.

Este negocio habilitó una zona especial rústica y cercana a la piscina para recibir a las familias junto con sus perros.

El área destinada para este propósito consta de 23 habitaciones. No existe, al momento, acondicionamiento especial de los cuartos, pero aspiran a hacer alianzas con empresas proveedoras de alimentos y de artículos variados para ofertarlos a la llegada del huésped y del cachorro. “La idea es brindar a futuro una funda de comida para los animales y platos para poner el alimento”, añade Sara.

 Ella señala que desde el 5 de mayo -formalmente- el hotel recibe a clientes y sus mascotas.

El hotel recibió ya algunas reservaciones y felicitaciones por un servicio nuevo en el país y con el que esperan suplir una demanda de ciudadanos con esa necesidad.

Tres meses atrás informaron a sus huéspedes sobre esta iniciativa e, incluso, recibieron a familias para brindarles esta atención. En promedio llegaron, mensualmente, cuatro grupos.

Cada cliente debe cancelar un valor adicional de $ 10 por día y por mascota. Asimismo, siempre debe estar pendiente del huésped de cuatro patas, ya que no puede pasear por ciertas áreas: spa, jardines o el restaurante.

“El dueño es el responsable de mantener a su perro con correa durante toda la estancia (en las áreas públicas), de limpiar lo que ensucie y de reponer algún artículo que la mascota dañe o destruya”.

Durante los hospedajes en este hotel no se han registrado inconvenientes por la presencia de los canes ni se han molestado las otras personas alojadas.

“Los cachorros son muy educados y prácticamente no molestan a otros perros, ni personas”.

Además, en caso de alguna urgencia médica del cachorro, el establecimiento tiene un convenio con un veterinario que acude al hotel para la atención respectiva.

 La certificación que el Aercan entrega es exclusiva para recibir a perros y no otro tipo de mascotas.

Según Juan Carlos Ruales, integrante de Aercan, esperan hasta finales de este año certificar a 70 establecimientos entre hoteles y restaurantes ecuatorianos. “Tenemos pedidos que atenderemos en estos días y ampliaremos los espacios para que las familias y los cachorros, que son parte de ellas, puedan viajar y disfrutar juntos esa experiencia”.

Restaurantes pet friendly

En las ciudades de Quito y Guayaquil existen algunos locales, que sin tener certificación, ya atienden este tipo de demandas de los propietarios de mascotas.

Ese es el caso de la panadería y cafetería Jurgen, que desde su apertura, hace ocho años, permite el ingreso de perros.

El negocio cuenta con una pequeña área externa en la que los propietarios y sus mascotas -que siempre llevan correa- comparten un desayuno.

“Esta iniciativa nació porque todos los accionistas tenemos perros y nos pareció que era necesario dar ese servicio adicional a los clientes”, comenta Jurgen Spelier, el holandés propietario de la cafetería que cuenta con algunas sucursales en la capital del Ecuador.

Incluso, ofertan bolsas de alimento para perros y planean elaborar un pan especial para las mascotas que llegan.

Los perros son parte de la familia

- Los establecimientos, para obtener la certificación dog friendly, deben tener espacios seguros y de esparcimiento para el animal.

- La Asociación Ecuatoriana de Registro Canino (Aercan) es la única organización que representa a la Federación Cinológica Internacional, que es la encargada de  estudiar todo lo relacionado a los perros.

- El perro que viaja con la familia debe hacerlo en una jaula y, en caso de ser de las razas consideradas peligrosas, debe transportarse con bozal. En todos los casos requiere el certificado de vacunación.

- Si el dueño sale del hotel y no puede llevar al perro con él, el animal debe quedarse en su kennet (jaula) dentro de la habitación o en un lugar asignado, pero en ningún momento puede permanecer solo y sin protección. (I)