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Los médicos evalúan los casos para conocer si requieren internación

“Las cosas han cambiado, ahora son tratados como humanos y no como fenómenos”

César se casó con una persona que también padecía lepra. Luego de curarse, escribió el libro ‘La  historia de un paciente de lepra o hansen’. Foto: Cortesía: Ministerio de Salud Pública.
César se casó con una persona que también padecía lepra. Luego de curarse, escribió el libro ‘La historia de un paciente de lepra o hansen’. Foto: Cortesía: Ministerio de Salud Pública.
09 de noviembre de 2014 - 00:00 - Redacción Sociedad

“Cuando llegué a este lugar apareció una persona que me extendió la mano y la tenía hecha un gancho como la mía; era tan similar a mí. Me emocioné y me dije: aquí han estado mis hermanos”. Estas son las palabras de César Cabrera, de 63 años, oriundo de El Oro, cuando mira los rezagos que en sus dedos dejó  la enfermedad de Hansen, más conocida como lepra.

César, al igual que 21 personas más, vive en el Hospital Dermatológico Gonzalo González (HDGG), del Ministerio de Salud Pública, ubicado en el sector de La Vicentina, en Quito. Los 22 pacientes de hansen superaron la enfermedad que durante muchos años les provocó terribles dolencias físicas y psicológicas. Ahora son negativos para la bacteria. En el mismo hospital se atienden otras especialidades.

Hansen es una enfermedad bacteriana crónica, sistémica, con mayor afección de la piel y de los nervios de las manos, pies y en ciertos casos, del revestimiento de la nariz. Cualquier persona con una predisposición genética específica, puede contraer esta enfermedad.  

La mayoría de pacientes con hansen que viven en esta unidad de salud fueron abandonados por sus familiares hace mucho tiempo. Casi todos superan los 50 años de edad. “Trabajo desde hace unos 20 años aquí y recuerdo que habían unos 120 pacientes. La gente tenía miedo de estas personas, incluso uno mismo sentía recelo de acercarse, pero las cosas han cambiado y ahora son tratados como seres humanos y no como fenómenos”, manifestó un trabajador del hospital.

El director del Hospital Gonzalo González, Marco Ochoa, recordó que “antes los pacientes de hansen vivían en condiciones deficientes en lo que tiene que ver con su alojamiento. Por tal razón, de junio a agosto de 2014 se realizó un proceso de remodelación de las 22 casas donde habitan. No se les puede devolver a la sociedad, ya que ellos han hecho su vida aquí”.

Vivir con hansen

“A los 13 años tuve la primera señal de que algo afectaba mi salud; me salieron unas llagas en las piernas. Los años pasaban y cada vez me ponía peor. Un día me resigné a esperar la muerte, pero una persona caritativa me trajo a este lugar. Yo era campesino y no podía trabajar. ¿Quién iba a imaginar que aquí me iba a curar?, incluso me casé con una persona que también tenía hansen. La gente no quería ni toparnos. Éramos aislados, apartados de la sociedad. Colocaban alambrados para que no saliéramos a la calle”, recuerda César, mientras mira el libro titulado ‘La historia de un paciente de lepra o hansen’, escrito por él.

“En tiempos antiguos la persona contagiada por lepra era considerada legalmente impura y debía ser identificada claramente. Desde lejos tenía que prevenir cuando pasaba por algún sitio. Toda la gente huía de ellos, incluso sus familiares. Se creía que esta enfermedad era un castigo como consecuencia de los pecados cometidos”, dice otra parte del texto de César.

Actualmente el HDGG ya no acoge pacientes con hansen para su residencia; se les brinda atención ambulatoria, y solo si es necesario se los hospitaliza.   

Los pacientes que presentan algún problema dermatológico asociado a este padecimiento deben acercarse a una unidad de primer nivel de atención (centro de salud). Únicamente si necesitan algún especialista son referidos al Hospital Gonzalo González.

“Hay quienes no requieren hospitalización; es suficiente con que vengan de una a cuatro horas diarias. En otros casos el médico internista les da la medicación y regresan en 2 meses, dependiendo de la enfermedad”, aseguró Marcelo Vera, director médico del hospital, quien añadió que es importante destacar que el hansen tiene una posibilidad de cura de un 90%.

El HDGG es el único hospital de estas características que existe en el país y atiende a personas que vienen de todas las provincias, por lo que es considerado de referencia nacional.  

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