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La lactancia materna se perenniza en joyas

La leche materna es la materia prima esencial de esta nueva técnica. Esta se entrega en fundas o recipientes cerrados que luego son etiquetados para evitar confusiones y posteriormente sometidos al proceso de deshidratación por varias horas. También se la puede exponer al sol, pero el tiempo para obtener el mismo resultado es más largo.
La leche materna es la materia prima esencial de esta nueva técnica. Esta se entrega en fundas o recipientes cerrados que luego son etiquetados para evitar confusiones y posteriormente sometidos al proceso de deshidratación por varias horas. También se la puede exponer al sol, pero el tiempo para obtener el mismo resultado es más largo.
Foto: Jhon Guevara / EL TELÉGRAFO
02 de agosto de 2018 - 00:00 - Redacción Sociedad

Dos onzas de leche materna son suficientes para eternizar -en una joya- la etapa de la lactancia materna.

Esa cantidad de líquido va directo a la deshidratadora que transforma -después de al menos 10 horas- la grasa de la leche en una materia prima dura, brillante y con algún parecido al plástico.

El siguiente paso es convertir ese material en polvo, con partículas grandes o totalmente finas, según el gusto de los clientes.

A ese polvo se le añade disolventes y otros materiales de orfebrería que dan como resultado pendientes o colgantes.

La elaboración manual  que asegure un secado óptimo del producto lleva 2 semanas, y solo ahí se entrega el pedido.

Esa es la técnica que aprendió la ecuatoriana Gabriela Sandoval en Chile, donde trabaja como psicoterapeuta, y que hoy implementa en Quito mientras disfruta de sus vacaciones.

La idea es difundir la iniciativa, que ya existe en países como Chile o España, y permitir que más madres accedan a un recuerdo de apego con su hijo como una forma de valorar el trabajo que significa amamantar al infante.

“No solo son los nutrientes que se les pasa a los neonatos a través de la leche, sino el amor que les brindamos a través de esas gotas de alimento que a veces cuestan mucho a las madres”.

La ecuatoriana recuerda que todo surgió como una iniciativa para ayudar a una de sus pacientes en Chile que perdió a su bebé por una enfermedad congénita -cuando iba a cumplir el mes de vida.

“Ella estaba destrozada por la pérdida y a mí me impactó mucho su caso, de modo que investigué de qué manera la podía ayudar y encontré esta fabricación de joyas con leche materna que para ella fue sanador porque plasmó en una joya su vida”.

A partir de ahí comenzó a divulgar sus conocimientos al respecto y aprendió a través de un curso que le permitió perfeccionar su habilidad con las manualidades.

Comentó a sus conocidos y familiares chilenos del proyecto y todos quedaron maravillados, por lo que pensó extender lo aprendido hasta su país y aprovechar su visita.

Así comenzó a recibir sus primeros pedidos y con un molde básico de joyería logró diseñar aretes de perlas, dijes para collares, así como adornos para pulseras y anillos.

No toda la joya se fabrica en leche, solo la piedra o el detalle que resalta en la misma para lo cual se requiere de mucha precisión y de un pulido especial que la deja casi similar a una perla.

De momento Gabriela trabaja con plata chilena, pero se acomoda al gusto de cada persona. Incluso le llevan dijes de oro para complementarlos con leche materna.

“A mí me gusta más combinar las piezas de plata con la leche porque con otro material, como el oro amarillo, se pierde gran parte del detalle de la figura”.

Si bien las joyas son más valoradas entre las mujeres, también los hombres pueden obtener un recuerdo a través de los llaveros que diseña.

Gabriela indica que estas joyas necesitan cuidados básicos como no estropearlas, rasparlas o mojarlas diariamente.

Incentivo en la maternidad
La sicóloga Elena Salazar cree que este tipo de iniciativas permiten destacar el valor de la lactancia materna y motivar a que más madres se inclinen por hacerlo.

“Las mujeres que amamantan a sus pequeños hasta más allá del año de vida crean mayores lazos de afectividad con ellos y tienen menos riesgos de contraer cáncer de seno”. 

Según el Ministerio de Salud (MSP) solo el 50% de las madres brindan lactancia exclusiva a sus bebés en los primeros 6 meses de vida.

Por eso el Programa Nacional intersectorial de alimentación y nutrición espera incrementar la tasa de lactancia hasta al menos el 65% de las madres.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que los niños que son amamantados tienen menos tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad; y son menos propensos a padecer de diabetes tipo 2. (I)  

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