En las calles, las redes sociales y los medios se han intensificado las discusiones sobre proyectos del COS y de la Ley de Prevención y Erradicación de la Violencia de Género contra las Mujeres. 

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Entrevista / María José Luna / representante del Frente Nacional por la Familia     

“Queremos aportar para una legislación más técnica”  

¿Qué observaciones hacen al Código Orgánico de la Salud (COS)?

El artículo 12, numeral 2, establece que en salud sexual y reproductiva todas las personas, sin discriminación, pueden acceder a asesoría y métodos de concepción temporales, definitivos, de emergencia y naturales. Esto implica que una niña o niño de 10 o 12 años -manipulable y moldeable- tiene que aprender a manejar un preservativo y decidir sobre métodos definitivos de planificación, es descabellado.

¿Están en contra de la atención de abortos?

La ley indica que un aborto en curso recibirá atención prioritaria con confidencialidad para menores de edad y víctimas de violación. Ellos no pueden decir ni cómo, ni por qué de su estado, lo que representa una violencia tras otra y el delito queda impune.

¿Pero puede denunciar en una fiscalía?

Sí, pero en estos términos de autonomía de  decisiones de la adolescente representa una confidencialidad que se guarda porque han fallado los métodos de anticoncepción.

¿El término vientres de alquiler no existe?

En el artículo 33, sobre técnicas de reproducción asistida, se habla de vientres subrogantes que son lo mismo; y se hizo una ampliación para que toda persona, sin discriminación etaria, orientación sexual, o identidad de género, pueda recurrir a este servicio por lo que no importa la edad. Este Código está mal hecho y es

contradictorio porque prohíbe el consumo de alcohol en menores, pero ellos sí pueden acceder a métodos de anticoncepción definitivos y a reproducción asistida.

¿El COS aún no está en vigencia?

Precisamente, buscamos que se hagan las modificaciones. Queremos proponer alternativas adecuadas para legislar técnica y jurídicamente y que haya una salud sexual y reproductiva y no una norma donde sea violentada la mujer, el hombre y el menor.

¿Están en contra de los grupos GLBTI?

Para nada, en la Organización de las Naciones Unidas hay 112 géneros reconocidos y son personas respetables, dignas y toda muestra de discriminación es pésima; pero la tolerancia debe ser de ambos lados y en la sociedad debe prevalecer el bien común por sobre el interés individual o colectivo, y eso queremos que se cumpla.

¿Cuáles son los problemas con el proyecto de prevención y erradicación de violencia de género contra las mujeres?

Es verdad que 8 de cada 10 mujeres sufren violencia y que el feminicidio aumenta, pero esta realidad es usada para añadir otra propuesta que incluye aspectos como que la identificación de género puede o no corresponder con la fisonomía al nacer, emociones, etc. Al hablar de sentimientos no se puede legislar. Se menciona mujeres biológicas y de todas las personas que se sientan como ellas.

¿Qué otras observaciones hacen al COS?

Se plantea el embarazo adolescente como un problema de salud pública que debe erradicarse igual que enfermedades de transmisión sexual, pero si les doy un kit con la pastilla del día después y preservativos incito a que tengan relaciones tempranas y a los 18 años ya han tenido muchas parejas. La solución es educar. (I).

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Entrevista / Gonzalo Velasco / activista de Derechos Humanos    

“No se pueden exigir leyes que fomenten la discriminación”

¿Qué observaciones hacen al Código Orgánico de la Salud (COS)?

Nosotros, como comunidad de gays, lesbianas, bisexuales, transgénero, transexuales, travestis e intersex (GLBTI) no estamos -en este momento- planteando observaciones o reformas al COS. Lo que nos motiva a pronunciarnos es la desinformación que está generando, en la ciudadanía, la campaña de los grupos ultraconservadores ‘Con mis hijos no te metas’. 

 ¿De qué manera desinforma esta campaña?

Primero hay que mencionar que esta iniciativa es discriminatoria  porque quienes elegimos ser gays también somos hijos, también somos padres. Cuando se habla de ‘Con mis hijos no te metas’ me están aislando a mí como vástago. No sé si porque soy gay. Están haciendo una campaña que busca marginar lo que somos como sociedad. Se dice que las reformas planteadas -que por cierto no están en los portales web, en la Asamblea ni en los ministerios involucrados- buscan que las personas gays puedan casarse y adoptar. Esto no es cierto. Otro de los temas de los que hablan es el del aborto; ningún proyecto de ley está tramitando esto.

¿Cuál es su postura con respecto al aborto?

Ese es un tema que como sociedad tenemos pendiente, al igual que otras aristas que incluyen a la comunidad GLBTI. Sin embargo, considero que únicamente la mujer es quien puede decidir con respecto lo que hará con su cuerpo. Es inhumano que se obligue a una mujer, víctima de violación, a tener un hijo que no será cuidado ni recibirá el amor, la educación y el tiempo que necesita para crecer sano. El panorama para ese niño es una muerte en vida. En lo personal, una persona cercana a mí optó por abortar; aunque yo tuve reparos, respeté su decisión porque solo las mujeres tienen el derecho de hacerlo.

Los grupos profamilia sostienen que no están de acuerdo con que un aborto en curso reciba la atención adecuada porque quedarían impunes los casos de violación. ¿Cuál es su postura?

Nosotros creemos que todas las personas tenemos el derecho de acceder a la salud, sin importar los casos. Los médicos tienen la obligación de mantener la confidencialidad de quienes acuden a los centros de salud con un aborto en curso. Esa atención es la que les salvará la vida. Los casos no pueden quedar impunes porque el hecho de que una mujer se practique un aborto no quiere decir que no denunciará la violación. El problema no radica en la denuncia, sino en la clandestinidad a la que las mujeres apelan porque el aborto no es legal. 

Uno de los conceptos de los que se habla en el proyecto de Ley Orgánica para la Erradicación de la Violencia es la ‘ideología de género’. ¿A qué se refiere?

Hay que partir desde el acceso a la educación, pero no desde una visión machista, porque no solo la mujer necesita ser defendida. La defensa al género implica que no exista maltrato a ninguna persona, sea esta hombre, mujer, gay, niño, adulto mayor... Es necesario que en el país exista una equidad de género donde haya un trato adecuado para cada uno. No es lo mismo decir hogar que familia. El primero se refiere a quienes comparten la misma casa, la misma vajilla; mientras que la familia implica ser parte de y esta no siempre será la tradicional. (I)