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El acoso sexual no es un problema que ocurre solo en Hollywood

Sandra Osorio, de la Organización Nacional de las Mujeres (EE.UU.), realizó una manifestación en Nueva York que condena los casos de acoso.
Sandra Osorio, de la Organización Nacional de las Mujeres (EE.UU.), realizó una manifestación en Nueva York que condena los casos de acoso.
Foto: AFP
21 de octubre de 2017 - 00:00 - AFP

El escándalo Weinstein una vez más mostró el lado sórdido de Hollywood, pero el rampante acoso sexual en los lugares de trabajo puede difícilmente limitarse al glamuroso mundo del entretenimiento.

Desde la muchacha de limpieza hasta la ejecutiva de una corporación, es  común el abuso de autoridad de jefes o colegas que coaccionan a sus víctimas muchas veces seguros de que su conducta no se hará pública. La farándula es particularmente vulnerable porque es altamente competitiva y depende de relaciones y conexiones, explica Ann Fromholz, una abogada especializada en acoso.

“El estándar para entrar y crecer no tiene que ver estrictamente con los méritos sino con la apariencia y  los vínculos”, explicó.

“Mucha gente que ya está en la industria termina tolerando conductas que odia porque, hasta ahora, es el precio de la admisión”.

El escándalo de Harvey Weinstein ilustra al extremo el problema: el otrora influyente productor de Hollywood fue señalado por 40 actrices de conducta inapropiada, que va de acoso a violación.

Pero Fromholz indica cómo se ha cruzado con “historias de horror” de conserjes, trabajadoras rurales y de restaurantes, un sector que en EE.UU. ocupa a indocumentados temerosos no solo de perder sus trabajos sino de ser deportados.

“Hay una broma negra entre los abogados laboristas: decimos que trabajar en un lugar con camas es una terrible idea; estamos hablando de hoteles y hospitales”.

Otros perfiles de gente cuya conducta abusiva sale impune incluye a abogados de alto perfil; inversionistas de las empresas de tecnología de Silicon Valley; o celebridades de la televisión como Bill O’Reilly, cuyo reinado en la cadena Fox News llegó recientemente a su fin tras una avalancha de denuncias.

Una encuesta hecha a 2.000 mujeres en 2015 por la revista Cosmopolitan reveló que una de cada tres había experimentado algún tipo de acoso en el trabajo, incluidos avances físicos o verbal no deseados, y demandas a cambio de favores sexuales. Y más de las tres cuartas partes dijo que no presentó ningún tipo de queja.

Suficiente

Los pasillos de edificios de gobierno no son excepción, con asistentes y hasta legisladoras siendo objeto de insinuaciones y toqueteos indeseados. Más de 140 personalidades políticas y empleadas del gobierno de California firmaron una carta abierta en la que dijeron “suficiente”. “Como mujeres líderes políticas, en un estado que se muestra como líder en justicia y equidad, pueden asumir que nuestra experiencia es diferente. No lo es”.

“Cada una ha sufrido, sido testigo o trabajado con una mujer que ha experimentado algún comportamiento deshumanizante por parte de hombres con poder”.

Expertos en la materia insisten en que una política clara es esencial para crear una cultura saludable de trabajo, con castigos para aquellos que crucen la línea.

Exactamente lo opuesto a lo que ha sido reportado sobre el contrato de Weinstein en el estudio que fundó con su hermano. Según el sitio TMZ, lo protegía de ser despedido por alguna queja de acoso sexual siempre y cuando reembolsara el dinero que conllevara alguna demanda a la compañía. Era el equivalente a dar luz verde al acoso, dijo la abogada laborista Genie Harrison.

En 1986, la Corte Suprema reconoció el acoso sexual como una violación a la ley de Derechos Civiles de 1964 que prohíbe la discriminación por raza, color, religión, sexo o nacionalidad.

El típico caso de acoso tiene que ver con el pedido de un favor sexual a cambio de un ascenso. Otra queja frecuente es la creación de un ambiente de trabajo hostil a través de bromas o insinuaciones sexuales, señaló Harrison. Hay también alguna noticia buena: en 23 años de carrera, Fromholz aseguró que ha habido un cambio positivo en la conducta. “Hay una consciencia mayor de lo aceptado y lo que no”.

Y el romance en el trabajo, puede y continuará. Solo que al explorar opciones para salir con alguien hay que tener más cuidado que cuando se conoce a otra persona en una cena o un bar, añadió la abogada.

“Al final todo se resume a un tema de receptividad”. (I)

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