Uno de cada cuatro niños menores de cinco años tiene desnutrición crónica en Ecuador, un mal que afecta a tres de cada 10 pequeños de los hogares más pobres.

Estas estadísticas encendieron la alarma del gobierno del presidente Lenín Moreno, que se empeña en promover proyectos enfocados en disminuir este índice a la mitad, hasta el término de su gestión en 2021.

Las cifras son más marcadas en la población indígena en la que cinco de cada 10 niños tienen este padecimiento, según datos oficiales.   

Bajo este panorama, ‘Misión Ternura’ es una de las principales apuestas del Gobierno para cumplir su objetivo. La estrategia se enfoca en el trabajo en territorio y el seguimiento nominal de los niños en sus primeros 1.000 días de vida, dijo la titular del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), Berenice Cordero, quien lidera el programa.

“Tenemos una gran meta: bajar prácticamente a la mitad la desnutrición crónica. Pensamos que no es una acción meramente educativa, sino que es multifactorial y es una acción muy sostenida de participación de las comunidades”, aseguró en entrevista con Andes.

Se hace énfasis en los primeros 1.000 días de los niños, dijo, porque en ese lapso de tiempo se asegura el desarrollo físico, social y sicológico correcto.

‘Misión Ternura’ pretende atender a un millón y medio de niños menores de cinco años, principalmente de las zonas más pobres del país “en donde hay mayor inequidad e injusticias”.

El MIES seleccionó 90 cantones del país que se caracterizan por la pobreza. (I)