Un torrencial aguacero, con truenos y granizo, que cayó la tarde de ayer en Azogues, inundó las calles de la zona urbana y rural.

La lluvia, que inició aproximadamente a las 15:00 con fuertes vientos, duró aproximadamente treinta minutos, pero fue suficiente para que las alcantarillas de la parte central colapsaran.

En la zona alta del cantón, en el sector Bayas, personal del Municipio cambiaba las tuberías y sacaba tierra, piedras y otros materiales que  fueron arrasados por la fuerza del agua hasta la zona céntrica. Los desfogaderos se taparon con el granizo y los escombros.

Personal del Cuerpo de Bomberos se encargó de destapar algunas alcantarillas para que el agua fluyera con rapidez y no ingresara en las viviendas.

Diego Humala, de la Secretaría de Gestión de Riegos del Cañar, manifestó que por la geografía de la urbe la inundación se presentó durante los minutos de la lluvia y poco a poco el líquido se filtró por los sumideros.

A las 15:45, la lluvia bajó la intensidad. El agua empezó a fluir por los vertederos, sin embargo las calles Bolívar e Ignacio Veintimilla quedaron llenas tierra.

En otros  sectores, como  Builtabacay, también ubicados en la parte alta, algunas viviendas se anegaron por lo que sus habitantes, con palas y picos, hicieron canales inmediatamente para que el agua drenara.

En la zona de las Cuatro Esquinas, tres casas se inundaron, mientras que una, en San Francisco, fue la más perjudicada.

Personal de la “casaca roja” acudió inmediatamente con bombas para succionar el líquido. Mientras que, en la avenida 24 de Mayo varios árboles se cayeron debido a que no soportaron el torrencial aguacero. Más de 100 llamadas de emergencia fueron receptadas en el Cuerpo de Bomberos de la ciudad, desde la parroquia de Charasol.

En esta zona decenas de viviendas resultaron inundadas. La mayoría no fue atendida porque todos los requerimientos de ayuda se realizaron a la misma hora y los miembros de los bomberos se encontraban trabajando en otros sectores, como la parte central de Azogues.