Para evitar la especulación en la venta de los útiles escolares, la Intendencia de Policía del Azuay realiza operativos de control en locales de expendio. La medida se tomó luego de que el Ministerio de Educación unificara los precios en varios artículos, previamente al inicio de clases.

El objetivo es verificar si los padres de familia están adquiriendo los útiles escolares a los costos determinados por la cartera de Estado. La Intendencia, con el apoyo de la Gobernación y Defensoría del Pueblo, realizó ayer un operativo en cuatro papelerías del centro histórico de Cuenca.

Los padres de familia que detecten un alza no autorizada pueden denunciar
al número 2837409Jorge Cabrera, intendente general, explicó que en los negocios intervenidos no se registraron anomalías, pero que este tipo de acciones continuarán. “Notamos que los locales están exhibiendo la lista básica enviada por el Ministerio. Eso quiere decir que los propietarios están respetando la ley, sin embargo no vamos a confiarnos y, si bien es cierto estamos trabajando en la prevención, no dudaremos en sancionar cuando exista incumplimiento en la normativa”, expresó.

La autoridad informó que la venta de útiles y uniformes está prohibida dentro de los establecimientos educativos.

Acotó que tampoco desde las instituciones se puede direccionar locales especifícos  para que  adquieran estos implementos. Hizo un llamado a la ciudadanía para que, de darse alguna irregularidad, denuncien al teléfono 2837409, sin necesidad de efectuar trámites previos.

Los planteles educativos tampoco podrán realizar el cambio de uniformes, ya que eso afectaría la economía de los padres de familia y de las pequeñas industrias creadas por personas que confeccionan el vestuario para los estudiantes. Los operativos se realizarán en toda la provincia, en coordinación con las comisarías.

Acciones en los cantones

Mañana las autoridades visitarán los cantones de Santa Isabel y Girón, con el fin de verificar que se dé cumplimiento a la ley.

Héctor Pazmiño, propietario de la papelería EcuaBooks, manifestó que se acatan los precios que han sido unificados por el Gobierno, empero acotó  que  el listado establecido  no cuenta con algunos artículos que él ya  tenía en stock. “Varios productos han quedado en inventario muerto, como cuadernos de cierto número de hojas, que no están dentro de las listas del Ministerio. Para nosotros es pérdida, ya que no los vamos a vender y si lo hacemos serán pocos”, afirmó Pazmiño. Espera que durante las próximas semanas las ventas vayan aumentando.

Cristina Calle, madre de familia, prevé gastar este año alrededor de $ 350 en los uniformes y lista de útiles para el tercer año de educación básica  de su hija.

Consideró que, a pesar de la unificación,  los costos  son cada vez más elevados. “Los niños están en etapa de crecimiento y casi todos los años tengo que comprar uniformes, encima adquirir los cuadernos. Se hace mucho dinero. El año anterior no me alcanzó y tuve que pedir prestado”, concluyó.

Según los precios emitidos por el Ministerio de Educación, un cuaderno universitario espiral de 200 hojas tiene un costo de $ 3,71, mientras que las pinturas de 12 colores están a $ 1,66 y una libreta de taquigrafía de 100 hojas $ 1,00.

FILAS PERSISTEN POR AJUSTE DE CUPOS EN AZUAY

En  la Regional 6 del Ministerio de Educación, ciento cincuenta digitadores trabajan en  la Coordinación Zonal para atender los reclamos  de los representantes de estudiantes por la asignación de cupos para el nuevo período lectivo que iniciará el 2 de septiembre.

A pesar de ello, aún persisten las largas filas en algunas sedes, puntos de información, así como  el malestar en las personas, quienes en algunos casos debieron pedir permiso en sus trabajos para poder arreglar este inconveniente.

La aglomeración más notoria fue en la Coordinación Zonal, en donde para evitar el tumulto se habilitaron más de 50 digitadores. Todos laboran en los patios de la entidad.

Los padres de familia se sintieron más cómodos debido a que se implementaron carpas y sillas para la espera. La situación no fue la misma en el colegio Ciudad de Cuenca ni en el Herlinda Toral, donde los progenitores tuvieron que permanecer de pie por más de tres horas.