Machala.-

Los 400 habitantes de la parroquia San José, en Atahualpa (El Oro), sabían que hace años vivían en peligro ante el inminente derrumbe del cerro del mismo nombre.

En mayo de 2014, una persona murió por un deslizamiento similar al que ocurrió el lunes, cuando cuatro casas fueron destruidas.

En 2014, la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) decretó alerta naranja en San José para paliar la emergencia, ya que el cerro presentaba grandes grietas.

Desde entonces, la SGR determinó la aparición de nuevas fisuras y aumento en el escarpe principal en la parte superior del talud.

La secretaría de Estado dispuso a los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) provincial y cantonal, “que en el ámbito de su jurisdicción mantengan en estado de alerta y operativos para realizar las acciones inmediatas que se requieran para proteger a la ciudadanía, así como afrontar cualquier situación negativa que se pudiere generar por el fenómeno natural que está ocurriendo”.

El ciudadano Máximo Pereira explicó que alrededor de las 12:45 del último lunes vieron que gran parte del cerro bajó y arrasó con las viviendas; además, sepultó un vehículo. “Afortunadamente todos salimos rápido. La fuerte lluvia agravó la situación”.

Arturo Freire, presidente de la Junta Parroquial de San José, espera que la instalación del COE principal dé soluciones rápidas. “Ojalá que no se quede en ofrecimientos como la vez pasada (2014)”, manifestó Freire.

Serbio Reyes, miembro del Cuerpo de Bomberos de Atahualpa, explicó que mientras se despejaba la vía observaron que el terreno del cerro en cualquier momento podía ceder, por lo que decidieron evacuar a las familias. (I)