Abogados de los involucrados en la muerte del fotoperiodista Juan Antonio Serrano pidieron que se termine con la reconstrucción de los hechos que, según ellos, quedó inconclusa el pasado miércoles, en horas de la madrugada.

Héctor Vanegas, abogado de Ángel A. y Eduardo Moreno, defensor de los hermanos Molina, llegaron hasta la Fiscalía al mediodía de ayer y pidieron que se proceda con esa diligencia.

“No vengo a pelear con la Fiscalía, vengo a pedir lo que creo que debe hacerse. Este pedido ha sido acogido y el Fiscal va a fijar fecha. Tendrá que ser el sábado o el domingo, pero se va a hacer”, indicó Vanegas. Agregó que no puede pasar de esos días, porque en la próxima semana termina el período de instrucción.

Sin embargo, fuentes cercanas a la Fiscalía -personas que participaron en el procedimiento legal-  indicaron que la reconstrucción de los hechos finalizó en la madrugada del miércoles y que en la misma se cumplieron  todas las diligencias que estaban previstas para seguir con las investigaciones.

Además, se informó que se levantaron actas tras la finalización de ese acto judicial que inició a las 19:30 del martes  y les llevó hasta pasadas las 4 de la mañana del día miércoles.

La reconstrucción de los hechos comenzó en la casa ubicada en la calle Larga, donde se cometió el crimen, posteriormente se fueron hasta el sector de la avenida 27 de Febrero, donde se encontró el arma que supuestamente fue utilizada por uno de los jóvenes.

Luego los investigadores, según se indicó, junto con los acusados del delito que se cometió el 2 de septiembre, fueron hasta el Centro Histórico, donde los jóvenes, tras cometer el hecho, habían estacionado sus vehículos.

Juan Antonio Serrano murió tras recibir una puñalada y según el parte médico dejó de existir “por un trauma penetrante en el cuello por un arma blanca, que le produjo laceraciones vasculares y faringe al costado derecho la misma que le produjo una hemorragia externa e interna aguda, lo que causó también una insuficiencia respiratoria”.

El examen señala también “que en el estómago hubo presencia de sangre en una cantidad de cien centímetros cúbicos”. Más adelante se habla sobre las lesiones: “la del cuello penetra con una dirección de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha debido a un objeto cortopunzante”.

El abogado Eduardo Moreno, defensor de los hermanos Molina Montero, junto a familiares de los implicados, llegó también hasta la Fiscalía para solicitar que se continúe con esta diligencia, ya que -según él- aún falta “visitar la casa donde los muchachos se lavaron las manos y hasta el momento de la aprehensión.

Moreno agregó que los hermanos nada tuvieron que ver en este hecho de sangre y que lo van a demostrar durante el juicio.

Para el jurista, todavía existe el temor de que los implicados sean trasladados a otros centros carcelarios y dijo que ninguno de ellos ha solicitado el pase a otras partes del país. “Seguiremos con todo el proceso, ya que estamos amparados por el derecho y las leyes”, subrayó el abogado defensor.

Tras la muerte de Juan Antonio Serrano, la familia de los implicados se quejó de que ningún abogado los quiso ayudar en la defensa y que estaban sin ayuda legal.

Ayer apareció en Cuenca el abogado guayaquileño Héctor Vanegas en defensa de uno de ellos. “El peor, hasta el más desalmado, merece un abogado”, manifestó.