El queso chonero parece que tiene una marca registrada. Su textura y sabor lo hacen apetecido en diversas partes de Ecuador. Es uno de los productos que se pueden encontrar a la venta a lo largo de varias carreteras en Manabí.

En Manta, Portoviejo y Guayaquil es normal hallar locales que distribuyan productos choneros tales como el manjar, dulces, rompope y el infaltable queso, que se vende por libra. “No es lo mismo cocinar con queso chonero que con uno comprado en el supermercado”, dice la mantense Sixta Anchundia, moradora del sector de Tarqui.

El punto específico donde bien se podría denominar la cuna del queso choneño es Canuto, parroquia ubicada a 20 minutos de la cabecera cantonal. Aquí su gente se dedica a la actividad ganadera.

Son más de 10 mil personas las que viven en Canuto, un pueblo rodeado de montañas y verdes pastos, en los que se puede divisar gran cantidad de ganado.

Según historias urbanas, su nombre deriva de Canuto IV, rey danés que fue nombrado santo. Fue elevada a parroquia el 13 de agosto de 1862.

Inicialmente perteneció al cantón Tosagua y luego pasó a formar parte de Rocafuerte; finalmente, en 1897, al crearse Chone pasó a esa jurisdicción. Es la parroquia más antigua de este cantón.

Diariamente la asociación de ganaderos de Canuto produce 800 litros de leche al día, los que son entregados al centro de acopio de la localidad. “Esa cantidad no es toda la leche que se produce en Canuto, ya que estamos hablando de 24 productores agremiados. Son alrededor de 300 personas dedicadas a esta actividad, pero la mayoría son pequeños productores”, indica Ramiro Mendieta, ganadero local.

La producción del queso chonero es de 250 libras diarias, aproximadamente. Mendieta acota que la época de mayor producción de este derivado de la leche es el verano.

La hacienda de Mendieta queda cercada de verdes praderas, en las que su ganado pasta por las tardes. El proceso de extracción de la leche empieza a las 06:00 y no se extiende más allá de las 09:00.

En esta época del año, el clima es cálido lluvioso, lo que favorece a las plantaciones de productos como yuca, cítricos, cacao, maíz, café, banano, plátano, mango, sandía, zapallo, zapote, caña de azúcar, entre otros.

Desde su negocio, una tienda de abarrotes, Giovanny Zambrano cuenta un poco sobre la localidad. Tiene su vista puesta en el parque de Los Pericos, principal punto de encuentro de los habitantes de Canuto.

“Los lugares más destacados de la parroquia son la calle La Florida, que es la zona comercial; la iglesia Santa Rosa y ese precioso parque, donde pasar las tardes es algo que llena de buenas energías a los canutenses y sus visitantes”, resalta don Giovanny, quien con orgullo acota: “Canuto es una tierra de gente importante e inteligente, de aquí son el prefecto Mariano Zambrano y la gobernadora Susana Dueñas”.

Este comerciante cuenta que las fiestas populares de esta parroquia son la celebración a la Virgen del Quinche y el Festival de la natilla.

En noviembre de cada año, decenas de personasse congregan en la iglesia Santa Rosa y participan de la novena en honor a la Virgen. Ahí rezan el rosarioa las 05:00.

Un acontecimiento histórico que marcó esta parte de Chone fue el terremoto de 1942.

Entre las propiedades que resultaron dañadas estuvo la iglesia Santa Rosa, que fue reconstruida en1980. El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), mediante decreto en 2012, declaró esta iglesia como Patrimonio Cultural del Ecuador.

El Festival de la natilla

En noviembre de cada año, en Canuto se realiza el Festival de la natilla. Este producto, conocido como el ‘manjar de los dioses’, es tradicional de esta parroquia. María Magdalena Vera, a sus 100 años, tiene clara la forma de elaborar este dulce.

No se guarda secretos, sin tapujos lanza la receta de este tradicional postre. “Se pone a hervir la leche, panela, la artillería de dulce (clavo dulce, anís y canela), se bate el maíz para que no se pegue y se continúa hasta que esté lista”, dice doña María Magdalena.

Raúl Rodríguez, organizador del festival, explica que la natilla fue un postre tradicional en España. “Era el aperitivo nutriente para estar bien y seguir su conquista”, dice.

Esa natilla tenía una presentación diferente. La hacían al estilo de la caspiroleta (huevo y leche). “Pero fue el manabita de antaño, ingenioso explorador de sabores, que le dio la consistencia con la especería que necesitaba para engreír el exigente paladar. Se le pone clavo de olor, pimienta dulce, anís estrellado, canela y maíz dormido”, resalta el canutense.

Rodríguez explica, además, que solo en Ecuador cambió la esencia del postre, ya que en países como Venezuela y Colombia se mantiene la tradición de los españoles.

En la mayoría de los hogares canutenses se elabora la natilla. Es un plato infaltable en las casas locales. Se consume, según la tradición manabita, con queso fresco... y qué mejor que hacerlo con el delicioso queso criollo chonero de la cuna canutense. (I)