“Nunca nos imaginamos que de la parte alta de las montañas que protegen nuestras siembras del viento frío viniera nuestra peor desgracia”.

Con voz entrecortada y lágrimas, Lorena N, habitante del caserío Puñapí, en el cantón Patate, de Tungurahua, expresa así su dolor por haber perdido su vivienda en un deslave el pasado sábado.

A las 02:00 de aquel día un intenso aguacero provocó el descenso de grandes cantidades de lodo, piedras y vegetación por la quebrada Chiriaco, ubicada a 15 minutos del centro del cantón y a un costado de la vía que conecta con la vecina ciudad de Baños.

Debido a esto 4 casas fueron arrasadas el sábado y ayer otra vivienda, ubicada al filo de la carretera, quedó inservible porque el aluvión la atravesó.

Medardo Chiliquinga, alcalde de Patate, dijo que hasta el momento se ha evacuado a 20 familias. “Pese a que cada año durante este mes las lluvias causan destrozos, un incidente como este no ocurre desde hace 40 años. La emergencia en el cantón fue declarada el 5 de junio del presente año cuando el invierno recrudeció. La maquinaria del cabildo, así como la del vecino municipio de Baños, continuará en el lugar para limpiar la vía”, dijo. La vía está cerrada debido al constante descenso de lodo y grandes piedras.

Los cultivos de aguacate, mandarina, tomate, maíz y fréjol también han sido dañados. “Gracias a la agricultura subsisten las 30 familias del lugar. Técnicos del Ministerio de Inclusión Económica y Social, Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, Secretaría de Riesgos y Ministerio de Agricultura y demás entidades de apoyo estatal, se encuentran evaluando los daños. De seguir el mal tiempo otras 7 casas podrían verse afectadas”, señaló José Amores, vecino del sector.    

Desde ayer una brigada médica evalúa el estado de los pocos habitantes que aún quedan en la zona. Hoy, a las 10:00, se conocerá el informe evaluatorio de las pérdidas y las acciones a tomar por parte de las instituciones de socorro. (I)