Las fiestas tradicionales del Corpus Christi en Pujilí tienen como uno de sus personajes centrales al tushug,  que en Kichwa  quiere decir sacerdote de la lluvia. Aunque muchas personas no lo conocen con ese nombre, sino que lo ubican simplemente como el danzante.

Es este personaje precisamente quien será el centro de atención en la celebración central que tendrá lugar hoy, a partir de las 09:30, por las principales calles del cantón cotopaxense, y en la que varios grupos de baile se disputarán los danzantes de oro, plata y bronce.

Esta expresión cultural tiene un profundo arraigo en la región Sierra centro, aunque los estudiosos no se ponen de acuerdo en torno al significado ni a la historia misma del danzante. Para unos, los danzantes eran prisioneros que bailaban a pedido del monarca; mientras otras investigaciones dan cuenta de que eran caciques de la comarca, quienes rendían culto a los dioses en agradecimiento por la cosecha y la productividad.

En un estudio efectuado por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) se sostiene que el personaje tiene sus orígenes en danzas ancestrales incaicas, pero que se adaptaron a las variaciones impuestas por el mestizaje, extendiéndose ahora como manifestaciones con contenido religioso católico.

El atuendo del tushug posee detalles que lo hacen único en el festejo del Corpus Christi. Así, los  grandes y llamativos cabezales tienen un armazón de carrizo, cubierto de cartón. El exterior está forrado de tela brillante, cuya decoración se centra sobre su cara anterior, que consta de una parte lisa denominada “el campo”, y cuatro cuerpos simétricos que sobresalen, llamados “borregos”. Sobre las superficies anterior y posterior se colocan una diversidad de elementos como relicarios, camafeos, monedas, espejuelos, cruces, concha de perlas, figurillas de marfil, muñecos de plástico. Lo coronan penachos de colores que están hechos con cartón y plumas.

Es por esta corona que incluso se habla de que el danzante es un personaje que representa al cóndor. A eso se añade el ritmo pausado en su baile, semejante al vuelo del ave.

El delantal consiste en una tela cuadrangular brillante que puede ser satén, brocado o damasco, ricamente bordada y decorada con espejuelos, reatas, lentejuelas y, algunas veces, con un borde de papel plateado y flecos.

Todo el atuendo puede llegar a pesar unas 30 libras, aunque esto varía según los elementos que vayan incorporando al traje cada uno de los danzantes.

MINISTRO FUE ELEGIDO PRIOSTE

Autoridades, ciudadanos y danzantes de Pujilí improvisaron el jueves una representación de la fiesta del Corpus Christi en las afueras del Ministerio de Cultura, en Quito.

El objetivo fue designar al Ministro Francisco Velasco como prioste de la celebración de este año. El secretario de Estado aceptó con gusto el encargo y participó en la jocha, ritual en el que se coloca un  poncho y un sombrero a la persona  como símbolo del rango que adopta para el festejo.

Otro sitio donde la celebración adquiere gran importancia es en el cantón  Tisaleo, en Tungurahua, donde las Octavas de Corpus Christi  son un acontecimiento cultural y religioso que se festeja desde el siglo pasado, y que se han fortalecido con la fe y la euforia de la población.

Las fiestas en ese cantón se efectuarán el 6 de mayo próximo. Desde las primeras horas de ese día, la gente aguardará la misa y la procesión que desfilará frente a 16 altares ubicados estratégicamente en las calles por donde debe pasar el Santísimo, el mismo que se adorna con flores y  alegorías religiosas.

Del mismo modo, Cuenca vive en estos días el Septenario de Corpus, que tiene como expresión más genuina la elaboración de los dulces tradicionales de esta época. En todos los casos se espera la visita de gran cantidad de turistas.