Las mesas de diálogo entre la Alcaldía de Quito y las asociaciones de trabajadoras sexuales del Centro Histórico llevan 8 meses sin que hasta el momento se defina el anunciado plan de reubicación.

Según las sexoservidoras, funcionarios de la Secretaría Metropolitana de Seguridad les han indicado que la Municipalidad labora en el proyecto.

Por su parte, voceros de la Secretaría de Inclusión Social delCabildo informaron que aunque ellos no son encargados del plan de reubicación, durante este tiempo trabajaron con las asociaciones Santo Domingo y Plaza del Teatro en actividades como conocer sus derechos (salud, trabajo, educación, emprendimiento, seguridad, etc.).

Nely Hernández, presidenta de la Asociación Santo Domingo, comentó que hasta el momento sus compañeras no tienen problemas con la autoridad municipal. Desde que les prohibieron desempeñar su labor en los hostales aledaños, alquilaron una casa.

Las trabajadoras sexuales dijeron que no atienden a sus clientes en los hostales que fueron clausurados en octubre de 2015. “Las mesas de diálogo pueden durar el tiempo necesario, y mientras nosotras permanezcamos en nuestros espacios y cumplamos en no reclutar a más chicas, las autoridades no nos molestarán”, sostuvo Hernández.

Por su parte, ‘María José’, presidenta de la asociación Plaza del Teatro, indicó que no tienen previsto hacer manifestaciones y que, en cambio, analizan llevar sus peticiones respecto a su situación a instancias internacionales.

“Nos quedaremos en las calles hasta que se defina nuestra situación. Tengo una cita con una organización en México para obtener apoyo para nuestra causa”, comentó ‘María José’.   

Tras las protestas de las trabajadoras sexuales en octubre, el Cabildo analizó la posibilidad de trasladarlas a La Tola Baja, San Blas y La Loma Grande, pero los moradores de estos sectores, a su vez, protestaron en contra de estos planes.

A las sexoservidoras no les molesta cualquiera de esas alternativas, siempre y cuando la reubicación sea de común acuerdo con los vecinos y ellas puedan trabajar con tranquilidad.

Entre sus peticiones consta que no se las aleje de las áreas en las que  ejercen su actividad actualmente.

Por ello, las integrantes de las asociaciones de trabajadores sexuales del centro capitalino rechazaron la idea de que se las concentrara en el sector La Cantera, ubicado en la parte alta de San Roque. En ese punto se reubicó a un grupo de mujeres en 2003.  

Una investigación del Instituto de la Ciudad, realizada en el año 2013, señala que por entonces había unas 25 mil trabajadoras sexuales en la ciudad; el 70% tenía entre 20 y 50 años.  

No obstante, según la Asociación Pro Defensa de la Mujer (Asoprodemu), en Quito funcionan de 100 a 150 casas de tolerancia, en las cuales laboran 3.400 mujeres.

En el libro Trabajo Sexual en el Centro Histórico de Quito, del Instituto de la Ciudad, se menciona que el 51% de trabajadoras sexuales proviene de las provincias de la Costa. El 25% se involucró en el oficio cuando tenía alrededor de 11 años y que la mayoría (93%) trabaja a diario hasta 10 horas. (I)