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Los diálogos se habrían reiniciado, pero LA alcaldía aún no define su plan

Las trabajadoras sexuales plantean contrapropuesta

La intersección de las calles Rocafuerte y Guayaquil es el punto de trabajo de un grupo de mujeres. Miguel Jiménez / El Telégrafo
La intersección de las calles Rocafuerte y Guayaquil es el punto de trabajo de un grupo de mujeres. Miguel Jiménez / El Telégrafo
23 de octubre de 2015 - 00:00 - Redacción Quito

El Centro Histórico de Quito permaneció tranquilo ayer, pues no se registraron protestas por parte de las trabajadoras sexuales.

Según las dirigentes de las asociaciones Plaza del Teatro, 24 de Mayo y Santo Domingo, durante la tarde del miércoles retomaron las conversaciones con la administración municipal.

A pesar de ello, Nely Hernández, presidenta de la asociación Santo Domingo, dijo estar indignada porque una de sus compañeras fue detenida por la Policía por ejecutar un “acto sexual” en la vía pública el día previo a modo de protesta. “Mi compañera simuló que mantenía relaciones. Sin embargo, fue la policía y la detuvo. No nos respetan, nos tratan como a delincuentes y no lo somos”, reclamó.

Nely aseguró que aunque las conversaciones se han retomado, el Cabildo aún no escucha sus problemas ni sus proyectos.

La dirigente indicó que solo en su organización trabajan 45 mujeres de entre 30 y 45 años. En el Centro Histórico laborarían unas 400 mujeres, según sus cálculos.

“El Alcalde no ve el lado humano de este problema, nos discrimina. Las asociaciones exigimos una calle del Centro Histórico. No nos negamos a ser reubicadas, pero esto debe ser bien planificado. No nos pueden juntar a todas las compañeras en una sola calle. Si ahora es complicado obtener un cliente, sería peor si nos ubican a todas en una sola zona. Nosotras tenemos un proyecto, pues queremos comprar una de las casas del Centro Histórico y administrarla”, comentó.

Entre tanto, los hoteles y hostales que fueron clausurados la semana pasada en la zona colonial por prestar sus instalaciones para el trabajo sexual mantienen sus puertas cerradas.

La situación en la zona genera reacciones. Una de ellas es la del colectivo La Marcha de las Putas, dedicado a la defensa de los derechos femeninos.

Ana Almeida, su coordinadora, dijo ayer que, junto con el proyecto transgénero, la agrupación aborda el tema del trabajo sexual en Quito. La activista indicó que han mantenido reuniones con el Municipio y otras organizaciones.

“Proponemos que esa postura de “abolición del trabajo sexual que tienen algunas autoridades municipales es contraproducente con la realidad de quienes ejercen el oficio en el Centro Histórico y de la realidad del Ecuador”, sostuvo.

Por ello sugieren la creación de una ordenanza que garantice la participación de las trabajadoras en el espacio público. “Con esta postura de sacarles parecería que hay una intención de querer hacer una limpieza social”, añadió.

Dijo que el trabajo sexual no debe ser visto como una actividad ilícita. “Hace falta que esas posturas abolicionistas, que están llegando con fuerza a la ciudad, sean revisadas”.

Almeida añadió que desde las autoridades se debería pensar en “medidas alternativas y no dejarlas sin trabajo”, pues muchas de ellas son cabezas de hogar.

En agosto de 2014, la administración del alcalde Mauricio Rodas tuvo el primer acercamiento con el sector a través de las secretarías metropolitanas de Inclusión Social y Seguridad.

Se abordaron varios temas: seguridad, salud, mejoramiento del entorno familiar, ayuda a los hijos, implementación de proyectos sociales y emprendimientos productivos.

Desde entonces, el gobierno local ha logrado que 6 trabajadoras sexuales se insertaran en otras actividades. La cifra la dio el lunes la secretaria de inclusión, Margarita Carranco. Así mismo, se ha brindado ayuda psicológica a 140 mujeres.

De igual manera, desde hace un año, el Cabildo Quiteño no oficializa el proyecto de reubicación para este grupo vulnerable.

Por otra parte, las trabajadoras sexuales dicen que durante la administración municipal pasada lograron varios acuerdos; entre ellos, que no laborarían en las calles y lo harían en lugares autorizados. De igual forma, algunas recibieron talleres de computación y de emprendimiento laboral productivo. (I)

Datos

El Centro de Atención Integral Social María Droste está destinado a atender a las trabajadoras sexuales en casos de salud, capacitaciones y orientación familiar.

El Centro María Droste sería el primero de 4 previstos a abrirse en el Distrito. Entre los servicios que brindará están capacitaciones. La Alcaldía aún no determina la ubicación de los otros recintos.

Seis trabajadoras recibieron durante el último año diplomas y carnés que las certifican como artesanas calificadas. Este trabajo lo realizó la Secretaría de Inclusión Social y el Centro Mujer María Drosde.

El Municipio dio una prórroga de 3 años a centros de tolerancia. Estos serían reubicados, pero aún no se define el lugar. Mientras que las trabajadoras sexuales esperan respuestas y soluciones. (I)

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