Solo la lluvia caída alrededor del mediodía de este miércoles en el Centro Histórico, de Quito, logró disipar la manifestación que un centenar de vecinos del barrio San Roque realizaba frente al Municipio.

Los habitantes del sector se reunieron a partir de las 09:00 en la intersección del bulevar 24 de Mayo y la calle Cumandá, y luego marcharon hacia la Alcaldía.

Allí exigieron ser recibidos por el titular del ejecutivo local. Pero este no se encontraba, pues estaba en una reunión con representantes de las cámaras de la Producción, a quienes ofreció incentivos para que inviertan en la capital de la República.

Entre tanto, los sanrroqueños agrupados en la Plaza de la Independencia gritaban consignas, sobre todo, en contra de la presencia de trabajadoras sexuales y sitios de tolerancia en el barrio.

Los vecinos aseguraban que a raíz de la salida de los últimos presos del antiguo penal García Moreno y el cierre de las instalaciones, el 30 de abril de 2014, el nivel de inseguridad se incrementó en la zona.

“Anteriormente, cuando la cárcel todavía estaba en el barrio, no había problemas porque los policías que cuidaban el (ex) penal, ahuyentaban la delincuencia”, aseguró Ángel Puetate, un morador de 40 años.

Según los manifestantes, la salida del centro de rehabilitación social volvió en un problema la presencia de las sexoservidoras, a quienes culpan de atraer la delincuencia.
No obstante, el tema de la seguridad no es la única preocupación de los sanrroqueños. Su plataforma de lucha contempla otras 7 temáticas.

Entre ellas, reclaman mejorar la recolección de basura y colocar  contenedores, que se atienda el estado de las vías, que se limpien los sumideros de la zona y que se mejore el transporte público.

Al final y luego de que los manifestantes intentaran bloquear la calle Venezuela, una comisión fue recibida por representantes del alcalde de la ciudad. (I)