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El Telégrafo
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Quito vivió un año de protestas en contra de la gestión del Alcalde

Los exteriores del Palacio Municipal de Quito se convirtieron en escenario constante de la expresión de inconformidad de distintos actores sociales en contra de la administración de Mauricio Rodas. El último enfrentamiento fue protagonizado por el Sindicato de Trabajadores del Cabildo.
Los exteriores del Palacio Municipal de Quito se convirtieron en escenario constante de la expresión de inconformidad de distintos actores sociales en contra de la administración de Mauricio Rodas. El último enfrentamiento fue protagonizado por el Sindicato de Trabajadores del Cabildo.
Foto: Álvaro Pérez / El Telégrafo
26 de diciembre de 2015 - 00:00 - Redacción Ciudadanía

En los últimos 12 meses, la capital ecuatoriana registró pocos cambios en las áreas sustanciales de la ciudad, como movilidad, ordenamiento territorial y participación ciudadana.

En el primer ámbito, las mayores novedades abarcan la continuación de proyectos iniciados por la anterior administración municipal. Ese es el caso de la compra de 40 unidades articuladas, adquiridas por medio de un crédito no reembolsable del Banco del Estado (BdE) de $ 33 millones, que fue concedido en 2013.

Tras la circulación de los vehículos a inicios de marzo se generaron diferencias entre el Cabildo y la entidad estatal de crédito, entre otras cosas, por la negativa del alcalde quiteño, Mauricio Rodas, de colocar adhesivos acordados entre las partes sobre el origen de los recursos.

En las negociaciones estuvo en riesgo la condición de no reembolsable del préstamo. Un caso paradigmático es el del Metro, cuyo arranque de construcción de la Fase II (la más importante) estaba previsto para junio de 2014. Una serie de problemas llevaron a que la firma del contrato con el consorcio Acciona-Odebrecht se efectuara el pasado 26 de noviembre por un monto de $ 1.538 millones.  

El inicio efectivo de la construcción está previsto para el primer trimestre de 2016 y el sistema empezaría a funcionar desde la segunda mitad de 2019.
Mientras tanto, el proyecto estrella del Municipio quiteño en esta materia: la implementación de líneas de transporte en teleféricos desde los barrios altos de la ciudad, no arranca todavía, pese que en mayo pasado se lanzó simbólicamente el sistema.

Un hecho que se evidenció en 2015 en Quito fueron los conflictos entre grupos sociales y la Alcaldía capitalina.

Las muestras de descontento se iniciaron el 9 de junio cuando un grupo de moradores del sector de Quitumbe (en el sur) se tomó por varias horas la planta baja de la Administración Zonal del sector. Las personas reclamaron la falta de obras. La inacción era atribuida a la inestabilidad administrativa, puesta desde junio de 2014 y en el departamento colaboraban 5 personas.

Tres días más tarde el mismo colectivo efectuó un plantón afuera de la Municipalidad, tras lo cual fueron recibidos por Rodas, quien se comprometió al inicio de 8 mesas de trabajo, sobre igual número de temáticas. Hasta el momento, aunque algunas mesas comenzaron su labor no hay resultados concretos.

Infografía

Otro sector que demostró su descontento permanentemente es el de los comerciantes, tanto formales como no regularizados. Los primeros reclaman que se apliquen controles en contra del segundo grupo, sobre todo alrededor de los centros de comercio populares, pues alegan que hay competencia desleal.

Un ejemplo de ello ocurrió el 6 de noviembre cuando los comerciantes del mercado de Santa Clara (al inicio del centro-norte)  vendían sus productos en las aceras de las vías circundantes (Versalles, Mercadillo, Ulloa y Marchena).

Luego de mantener reuniones con el titular de la Agencia de Coordinación Distrital de Comercio, Marco Murillo, él se comprometió a controlar la presencia de informales en la zona y en los alrededores de otros mercados de Quito.

Un caso particular es el de las personas que por más de 3 décadas comercializaban en la avenida Jorge Garcés, en el sector Comité del Pueblo (en el nororiente) y fueron reubicadas en el Centro de Comercio cuya construcción se inició en la pasada Alcaldía.

Si bien 380 de estos vendedores ingresaron al lugar de expendio y empezaron a laborar el 14 de noviembre, un grupo demostró su descontento, desde entonces, por las condiciones del lugar y la disminución de las ventas con respecto a cuando laboraban en las calles.

Entre tanto, los trabajadores autónomos mantienen su inconformidad manifestada desde 2014 por la lentitud del proceso de regularización de su situación y por el maltrato permanente de los miembros de la Policía Metropolitana y autoridades de control municipal.

Otro frente abierto para el alcalde y que causó protestas callejeras es la reubicación de las trabajadoras sexuales que laboran en el Centro Histórico.

Por un lado, ellas protestaron contra el cierre de los hoteles que usaban para ejercer su actividad, mientras que moradores de distintos barrios del casco colonial realizaron marchas, también, oponiéndose a la posibilidad de que las mujeres sean ubicadas en las zonas La Tola Baja y La Loma Grande. El problema continúa sin solución.

Adicionalmente, el alcalde Rodas enfrentó problemas en la Municipalidad. Un caso son las recientes protestas de los miembros del Sindicato Único de Trabajadores del Municipio en demanda de alzas salariales, incluso se tomaron el Palacio Municipal el pasado 21 de noviembre.

Los problemas del año anterior en el Concejo Metropolitano continuaron en 2015. Las tensiones provocaron la desafiliación de 4 concejales: Karen Sánchez dejó las filas de Alianza PAIS (AP) el pasado febrero, Edy Sánchez hizo lo mismo en marzo. También, Sergio Garnica dejó la alianza SUMA-VIVE, afín al alcalde de Quito, al igual que Ivone Von Lippke en noviembre. (I)

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