Se criminaliza al migrante
En el marco del Día del Migrante, la Red CLAMOR Ecuador emitió un comunicado titulado “Movilidad Humana: una gran tarea pendiente”.
Dicho encabezado resume con exactitud lo crítico que ha sido este año para los migrantes, refugiados y desplazados en el Ecuador y en la región.
El éxodo masivo de población venezolana; el recorrido inédito de la caravana de migrantes salvadoreños y hondureños; el nuevo incremento del desplazamiento forzado en Colombia; la huida de poblaciones nicaragüenses; las arremetidas contra los pueblos originarios en Chile, son tan solo ejemplos de las condiciones en las cuales millones de personas se han visto en la necesidad de salir de sus países.
Muchas de las veces han salido de esos países sin claridad de los destinos a los cuales llegar o las permanentes violaciones a los derechos humanos que se han generado en sus rutas.
Estas salidas han tenido como denominador común la falta de garantías para el ejercicio de los derechos humanos en los países de origen.
Que se ha profundizado en los países por los que las personas hacen tránsito o a los que pretenden llegar.
La criminalización de los migrantes, el endurecimiento de las políticas migratorias, la negación de las condiciones de vida básicas de las poblaciones, han sido, entre otras, las respuestas de los estados ante las diferentes emergencias que se han presentado.
Ecuador no ha sido la excepción. La aplicación de la Ley de Movilidad Humana, la falta de una política clara que atienda los flujos de desplazamiento emergentes (como el caso venezolano), permanentes (como el colombiano) o del propio retorno de ecuatorianos a su país ha implicado que en los actuales momentos no podamos ejercer a cabalidad la ciudadanía universal y el derecho a la libre movilidad, como lo establece nuestra Constitución.
Es menester que se entienda que las realidades de movilidad humana van a aumentar para el año que viene. Esto demandará que el Estado ecuatoriano asuma políticas enmarcadas en un enfoque de derechos. Y más aún cuando este año nuestro país ostenta la Presidencia del Foro Global de Migraciones, lo que nos hará responsable de dar un ejemplo de buena práctica de integración de las personas migrantes y refugiadas.
Pero también es necesario que la ciudadanía comprenda que la migración es un derecho, y que también somos un país de emigrantes.
Entonces, es necesario aplicar aquel refrán que dice: “haz a otros lo que quieras que hagan contigo”.
Pensemos en las personas que vienen desde Venezuela, Colombia, Haití, Siria, como lo que quisiéramos que vean de nuestros compatriotas en todos los países a donde hemos llegado. (O)