A finales de noviembre, luego de la primera vuelta en Chile, recibí la invitación de Renovación Nacional para acudir como invitado al balotaje entre el oficialista y experiodista Alejandro Guillier y el expresidente Sebastián Piñera, para el pasado domingo 17 de diciembre.

Al llegar al sureño país, inmediatamente pude sentir el ambiente electoral, eso sí, la intensidad no era siquiera similar a lo que se suele vivir en Ecuador.

Recordemos que desde hace varios años el voto en el país de la estrella solitaria es optativo. En primera vuelta únicamente el 47% de la población acudió a las urnas.

La tarde del viernes 15 de diciembre, fui a la sede de Renovación Nacional, en la Comuna de Providencia, para conversar con el líder de ese partido político, Cristian Monckeberg. En esa cita hablamos temas sobre la primera vuelta, resaltamos la sorprendente votación de la representante de la izquierda más radical de Chile, Beatriz Sánchez. Ella obtuvo un 20% en la primera parte de esa elección. También charlamos sobre el balotaje.

El domingo 17, día de la elección, mi primer destino fue la comuna de La Florida, posteriormente me trasladé al Estadio Nacional de Santiago. Ese fue el único sector del país donde existieron pugnas que subieron de intensidad. ¿La razón principal? La presencia de un representante de Chile Vamos en una de las mesas del recinto. En este sector había una gran cantidad de votantes y está considerado un sitio emblemático de la capital chilena. Inmediatamente terminadas las votaciones empezó el conteo, me sorprendió que se lo hizo públicamente. Nadie salió y cientos de simpatizantes de lado y lado se mantenían expectantes a los resultados finales que proclamaron el triunfo de Piñera con alrededor del 55% de los votos válidos. Ahí, el candidato perdedor felicitó a su adversario Piñera, quien también recibió la llamada de la actual mandataria Michelle Bachellet. Ella lo felicitó y agendaron un desayuno para el día siguiente.

El lunes me reuní con el diputado argentino Bartolomé Abdala, con el Director de la Unión de Partidos Latinoamericanos, Nicolás Figari.

Considero que la madurez política del pueblo y de los políticos chilenos es envidiable y debería ser emulada por el resto de países de la región. (O) et